Cajasur dará ya beneficios este año, pese a que 2010 lo acabará con aproximadamente 1.100 millones en pérdidas, debido a la valoración de sus activos a la baja. Eso sí, habrá que esperar a 2013 para que el saldo positivo sea llamativo: 85 millones. BBK, la nueva dueña del banco cordobés, se marca como objetivo convertir a la entidad financiera recién nacida en «la primera de Andalucía». Además, la caja vasca defendió el acuerdo laboral alcanzado frente a las críticas del PSOE.
Estos son los principales titulares que dejó la primera visita a Córdoba del presidente de BBK, Mario Fernández. En una comparecencia ante los medios de algo más de una hora, que no tuvo desperdicio, trazó las líneas maestras del presente y futuro de Cajasur, ya convertido en un banco tras su intervención por el Banco de España en mayo, dada su crítica situación.
Fernández avanzó que «con toda seguridad» en 2011 volverá a dar beneficios. El presidente de BBK Bank Cajasur, Carlos Pla, añadió que serán «relativamente pequeños». Y para 2013 ya serán sustanciales. Fernández indicó que para ese ejercicio logrará un resultado de 85 millones antes de impuestos. Concluyó su cronograma con una última previsión: «A partir de 2014, ganaremos de manera recurrente en el entorno de 90 a 100 millones». Se trata de un horizonte halagüeño si se recuerda que la ya extinta Cajasur tuvo unos números rojos en 2009 de 596 millones y 2010 lo acabará con unas pérdidas, según reveló Fernández, de unos 1.100. Ahora bien, el máximo responsable de la caja vasca matizó raudo que ese resultado negativo no es derivado del negocio de Cajasur. Su origen está en que tras una operación como la de la adquisición por BBK de la entidad cordobesa, «la ley exige, y es lo que conviene hacer, que los bienes del activo se pongan a valor razonable».
O sea, ajustarlos a su «valor real», que, visto lo visto, era bastante menor que el que aparecía en los balances, muy castigados por la vinculación de Cajasur a la construcción. Ahora bien, esto tiene también su vertiente positiva. Como explicó el presidente de BBK, las cuentas de 2011 «ya no estarán lastradas» por el deterioro de los activos. «Hemos logrado que las cuentas del futuro no se contaminen por el pasado», sentenció.
Pla también aportó datos de morosidad. Indicó que «probablemente al cierre de 2010» haya sido «sensiblemente superior» a la registrada en agosto —fecha tomada para los balances de adquisición por BBK—. En el citado mes, se encontraba en el 11,8%. Ahora bien, advirtió de que «de 2011 a 2013 prevemos un descenso importante» en esta negativa tasa.
Y la nueva andadura de Cajasur arranca con un «objetivo» muy elevado. El presidente de BBK sostuvo que la meta es convertir al banco recién nacido en «la primera entidad financiera de Andalucía». Actualmente, la superan Cajasol, inmersa en una fusión «fría», y Unicaja. No se puso fecha para ello, pero se mostró convencido de que se lograra. No en vano, sostuvo que «somos absolutamente optimistas sobre el futuro de Cajasur». Y no sonó a «bilbainada», pese a su tono muchas veces coloquial, porque Fernández confía ciegamente en que la aplicación del «modelo de éxito» de BBK —«La caja más solvente de España»—, basado en criterios «estrictamente profesionales», dará «frutos a corto plazo» en el nuevo banco. El mensaje, repetido unas cuantas veces, sonó a comparación con la anterior etapa, en la que una gestión desastrosa, de Iglesia y representantes políticos, hundió la por aquel entonces caja.
«Banca local»
Y explicó que la entidad vasca desembarca en Andalucía para hacer «banca local», un negocio «pegado al cliente», que, en su caso, son básicamente «personas físicas, autónomos y pymes». Añadió que esa forma de hacer banca está «muy vinculada» al desarrollo económico y social del territorio en el que opera. Por lo tanto, sostuvo que «somos los primeros interesados en la recuperación económica« de Córdoba y Andalucía.
Ahora bien, pese a que se está esperando como «agua de mayo» que BBK Bank Cajasur abra el grifo del crédito, paralizado mucho tiempo en la provincia por la delicada situación que ha vivido la entidad, Fernández fue muy claro. No habrá barra libre. Eso sí, advirtió de que «tenemos interés en facilitar créditos con criterios profesionales».«Cajasur va a contribuir a mejorar la situación de Córdoba», sostuvo.
En su comparecencia, también tuvo palabras de elogio para los sindicatos, con los que BBK cerró el martes un acuerdo laboral que supondrá 558 salidas definitivas —por prejubilaciones y bajas incentivadas— y 110 temporales. Fernandez sostuvo que el ajuste de plantilla es «doloroso», pero lo defendió: «Es el típico sacrificio que había que hacer para garantizar los puestos de trabajo del conjunto». Y se mostró «seguro» de que también habrá «acuerdo» laboral con los sindicatos en la extinta Obra Social y en el Grupo de Empresas.
Preguntado por las críticas que recibió por parte del PSOE el compromiso laboral acordado en el banco —aseguraba que era peor que el que iban a cerrar Unicaja y Cajasur en su frustrada fusión—, Fernández se quitó rápido la cuestión de encima: «Nuestro acuerdo supera sin especiales dificultades cualquier comparación». Y es que Fernández eludió cualquier polémica, porque «no tenemos ninguna intención de revisar el pasado». «Nos interesa solo el futuro», concluyó.