La limpieza del río Guadalquivir a su paso por la ciudad de Córdoba, una actuación bastante necesaria por la acumulación de la suciedad en los márgenes del caudal, sigue en el aire. La Junta de Andalucía, que por tener las transferencias es la Administración responsable sigue buscando la colaboración del Ayuntamiento, mientras el Consistorio no la rehúye, pero insistirá en que es la entidad autonómica la que tiene que hacerse cargo del trabajo.
Después de que el Consistorio haya solicitado por carta a la Agencia Andaluza del Agua que acometa los trabajos de limpieza, quien ayer dio su versión fue la Delegada del Gobierno de la Junta, Isabel Ambrosio.
La responsable aclaró que la Administración autonómica de hecho ha actuado en la zona próxima a la torre de la Calahorra, en el tramo del Guadalquivir más frecuentado tanto por los cordobeses como por los turistas. El resto, afirmó, deberá esperar.
La delegada del Gobierno se refería así a la parte del río que está sin urbanizar y que sólo se limpiará «cuando el tiempo lo permita», según sus propias palabras. Se refiere así a que mientras haya posibilidad de lluvias, y por lo tanto de que el nivel del río vuelva a crecer, no se aconsejable hacer este tipo de trabajos, ya que una nueva subida del Gualdalquivir los haría completamente inútiles.
Las interpretaciones
El resto, afirmó Isabel Ambrosio, habrá que repartirlo. La delegada aseguró que intentará reunirse con el Ayuntamiento de Córdoba para «ver cuál es el reparto de tareas». Se confirma así la doble interpretación de las competencias sobre el Guadalquivir, según las haga la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento.
La primera asegura que «en los tramos urbanos, todo lo que no sea el cauce del río propiamente dicho, corresponde al Consistorio». A este tesis parece abonarse la delegada del Ejecutivo autonómico, que se refirió así a la parte del Guadalquivir que discurre por zonas sin urbanizar como responsabilidad de la Administración autonómica, mientras que el resto se tendrá que hacer en colaboración con el Ayuntamiento.
Faltaba entonces por saber si el Consistorio está de acuerdo con que se haga un reparto de tareas, y la respuesta es que no demasiado, pero habrá que hablarlo. Lo que sí está claro es la urgencia y la extrema necesidad de las actuaciones. Por un lado, el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, recibió de buen grado la sugerencia de la delegada del Gobierno de la Junta de que se haga una reunión entre las dos Administraciones para hablar sobre este tema, pero no varía su postura. «Hablaremos con quien haga falta», resumió.
Ahora bien, el Consistorio remitirá a la Delegación de Medio Ambiente la misma carta que envió a la Agencia Andaluza del Agua. En la misiva, que firmaba el propio alcalde, se solicitaba la limpieza del río a la entidad que tiene las competencias para hacerlo, y de además de forma urgente. Con ello, el Ayuntamiento se reafirma en su posición de que es la Administración autonómica quien debe ocuparse de los trabajos, porque así lo establece el reparto actual de transferencias.
No en vano, el Consistorio recuerda el artículo 14, punto e, de los estatutos de la Agencia Andaluza del Agua, donde se asevera «de forma taxativa y clara» que la responsable es la Junta porque es la Administración titular del río. Este punto indica que entre las competencias que corresponden a la Dirección General de Dominio Público Hidráulico está «la conservación de los ecosistemas hídricos, así como la protección y recuperación de la calidad del medio hídrico». Según este punto, sería la Agencia Andaluza la que tendría que hacerse cargo de los trabajos.
Limbo jurídico
En la entidad autonómica aludida, sin embargo, no lo ven tan claro. La Agencia Andaluza del Agua siempre ha insistido en que la situación está una especie de limbo jurídico, ya que toda actuación para limpiar el río en el tramo urbano se debe autorizar por el Ayuntamiento correspondiente, que puede ser también corresponsable. Los efectos de las últimas crecidas siguen muy visibles en las márgenes del río. Algunos de los objetos que el Guadalquivir ha arrastrado desde su curso alto, entre ellos algunos árboles completos, se han sedimentado en el tramo urbano de Córdoba, bien en zonas como los Sotos de la Albolafia o junto a algunos de puentes. El descenso del nivel va haciendo más visibles todavía los restos en determinados puntos. Mientras el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía no se pongan de acuerdo sobre a quién corresponde la limpieza que no dudan en calificar de «urgente», no se espera que la situación cambie demasiado en el Guadalquivir.