Fray Luis de León retomaba su cátedra con la famosa frase «Decíamos ayer...». Los candidatos retoman cada cuatro años sus campañas con una memoria de pez que olvida lo prometido antaño, su grado de cumplimiento o que sólo recuerda lo inmediato. Lo que prometió el día anterior. Lejos quedan los ecos de aquella campaña electoral de 2007 con una melodía muy parecida a la que se lleva entonando en la presente. También la grandilocuencia o el absurdo de muchas de las promesas hechas.
En pleno ardor «campañero», Rosa Aguilar decidió tirar la casa por la ventana. El programa electoral de IU, que la ex alcaldesa entregó a última hora y por facsímiles, fue testigo escrito de ello. Izquierda Unida y Aguilar prometieron ayudas de entre el 10% y el 50% del coste para la adquisición de ordenadores y el fomento de las conexiones de banda ancha para aquellas rentas familiares cuya renta no excediera 5,5 veces el salario mínimo interprofesional.
No hemos tenido la fortuna de ver el hall del Ayuntamiento convertido en una gran superficie de venta al por menor en día de liquidación. Ni al delegado de Hacienda Alfonso Igualada dando «gigacheques» de regalo para que toda la sociedad cordobesa porteara su ordenador camino de casa. No ha habido tales ayudas, que hasta incluso se «singularizaba» (sic) se gún el programa electoral de IU si se tratara de pensionistas y jóvenes independizados. Aguilar calculó que la broma le saldría al Consistorio entre 6 y 10 millones de euros.
La tecnología wi-fi iba a ser además, la gran revolucionaria de la participación ciudadana. Fuera cuál fuera el distrito, el barrio o la asociación de vecinos que fuese, Córdoba, escuchando a Aguilar y los suyos hace cuatro años, iba a estar por entera como ciudad zona-libre de tráfico para Internet. «Implantación de centros TIC en los centros cívicos y de mayores, etcétera, para la formación en tecnologías de la comunicación», prometían, y «administración electrónica las 24 horas» para cualquier gestión que se terciara.
Con el calor propio del mayo festivo y el añadido que otorgaba la temperatura elevada de toda campaña electoral, el PSOE, que acabaría cogobernando de nuevo con la coalición de izquierdas, prometió una convocatoria de ayudas para instalar aire acondicionado en centros escolares de Primaria e Infantil en Córdoba capital. Tampoco ha habido suerte. Ni las agendas de IU y PSOE se han puesto de acuerdo para llevarlo a la práctica. Como tampoco, la promesa de conceder 1.000 cheques anuales de 150 euros para material y equipamiento escolar. Seiscientos mil euros en total. Como mucho, se han quitado goteras y gracias a los fondos «anticrisis».



