Una de las fotos más esperada de la visita de los Príncipes de Asturias a Jordania era la del encuentro fashionistaentre Doña Letizia y la Reina Rania de Jordania. La simple razón es que a la prensa le gusta eso de «comparar y contrastar», por no hablar de criticar. Y ellas no defraudaron.
Aunque no parecían ni clones, ni mucho menos hermanas gemelas, se ha insistido en jugar al juego de las siete diferencias, con la foto de ambas lado a lado. Que si el bolso de Doña Letizia iba a juego con los zapatos de la reina Rania, que si los tonos empolvados, que si los zapatos con talón al aire... Lo que la prensa generalizada no sabe, pero sí la especializada en moda, es que es normal que las personas que ejercen las mismas responsabilidades se parezcan. Y en el oficio de la realeza, aún más.
El lenguaje de la moda
La Reina Rania y la Princesa Letizia no visten las mismas marcas, porque cada país tiene sus diseñadores clave, pero sí comparten el mismo estilo y casi, casi, el mismo patrón de ropa. En el lenguaje de la realeza, hay tendencias y prendas fetiches, y entre ellos se entienden. En lo que al protocolo se refiere, siempre van a coincidir en el largo de las mangas o de la falda, y en belleza, llevarán la misma cantidad de maquillaje (día: looknatural; noche: más recargado) o lucirán tiara, o recogido, o no. Es todo una cuestión de moda y estilo, y no de fotocopiarse la imagen, ni de entrar en competiciones.
Radiografía