El festivo no se convirtió en una día de feria más, de modo que el real estuvo tranquilo durante la jornada de ayer y la afluencia de público se concentró en la Calle del Infierno, de modo que los accesos al recinto se mantuvieron despejados durante todo el día y sólo se registraron retenciones en las horas anteriores a la tradicional cena previa al alumbrado oficial o cena del «pescao» frito.
Para ayudar a que los sevillanos llegasen ayer puntuales a sus casetas, el Metro activó su plan especial de Feria a las 19:00 horas, igual que todos los años, momento en el que la frecuencia de los trenes aumentó y pasó de los 7 minutos habituales a sólo 4 minutos. No obstante, en las horas puntas de fechas especiales es habitual que se produzcan aglomeraciones y ayer en las estaciones intermedias los coches llegaban llenos desde las de cabecera, de modo que se hacía difícil entrar en los vagones y había que esperar la entrada de los trenes siguientes. A las 9 de la noche, el número de usuarios alcanzaba los 40.673.
Uno de los accesos fundamentales a la Feria, el que discurre cruzando la avenida de La Palmera por Bueno Monreal es este año un obstáculo importante para la llegada al real, dado que el Ayuntamiento no ha logrado que el paso subterráneo en obras esté abierto para la feria. Aunque se habilitaron tres carriles en el sentido hacia La Palmera y en sentido de entrada a la ciudad el tráfico se desvió a la altura de Manuel Siurot hacia la Borbolla, eso no evitó que La Palmera fuese uno de los primeros puntos de la ciudad en los que el tráfico se colapsó. De hecho, la salida por la Borbolla hacia la avenida de Las Razas por Eritaña fue anoche uno de los puntos calientes a la hora punta para acudir a la cena del alumbrado.
Junto con La Palmera, La Pasarela se convirtió en otro punto caliente de la noche, sobre todo a partir de las 21.15 horas, hora en la que también se produjeron retenciones en el Paseo de Colón, República Argentina, avenida La Raza, la glorieta Juan Pablo II y Ronda de Triana. Mucho antes se había empezado a colapsar otro punto crítico, la zona en la que confluyen Carlos III, puente del Patrocinio y Muro de Defensa, uno de los accesos principales al aparcamiento del Charco de la Pava. En la entrada desde el Aljarafe, las retenciones alcanzaron la Pañoleta pero a las diez ya se habían disuelto; la SE-30 estuvo sorprendetemente tranquila.




