Que Subaru ha hecho de las mecánicas bóxer (cilindros pares opuestos) una de sus banderas es una realidad; la otra es la tracción total permanente Symmetrical Drive, común a todas sus gamas y a sus futuros modelos. Después de aventurarse en gestas con el motor diésel 2.0 de este tipo, la marca actualiza su principal bastión, el bloque de gasolina, del que en sucesivas ediciones ha comercializado 12 millones de unidades comercializadas en las últimas 2 décadas.
Subaru tiene claro por qué motores bóxer: son compactos, más ligeros que los longitudinales, permiten menor centro de gravedad y un, de paso, un índice de vibraciones inferior. La nueva generación de esta familia, también de 2 litros, renueva los anteriores 150 CV (el bloque es atmosférico, o carente de turbo), pero aminora los consumos un 10% menos hasta fijar, en casos como el del todocamino Forester, que la estrena en España, un promedio de 8,4 l/100 km. También asegura un par máximo más contundente circulando a baja y media velocidad, así como emisiones nuevamente reducidas en otro 10%. Compactible con cajas de cambio manual de 5 relaciones con reductora y auto secuencial Lineartronic mediante variador continuo tipo CVT (por ejemplo en la nueva generación Impreza), en en Forester 2.0 determina una velocidad máxima de 187 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 10,7 segundos.
Por otra parte, la remozada versión model year 2012 de este modelo se beneficia de actualizados matices estéticos sobre parrilla, retrovisores (que ahora integran intermitentes), llantas de aleación (de 17 pulgadas y nuevo diseño), instrumentación (redefinida), revestimientos de salpicadero, audio (con Bluetooth, USB y conexión iPod)… El Forester también añade mayor dotación de serie, entre otros con climatizador automático dual para conductor y copiloto, y todo al precio de antes: de 25.450 a 31.500 euros, el último con acabado Limited Plus equipado con asientos de cuero, arranque tipo keyless, techo solar, xenón o ajuste eléctrico de asientos.
