CÓRDOBA
Si en algún momento hubo un pacto tácito entre los candidatos a la Alcaldía para no meter la cita del 2016 en el debate de la campaña electoral, ayer Andrés Ocaña se encargó de «romper la baraja». El candidato de IU vinculó de forma directa el éxito o el fracaso del proyecto de Córdoba de ser Capital Europea de la Cultural a que su partido esté al frente de Capitulares ya que «con IU el 2016 es garantía de éxito, mientras que con otras fuerzas, inclusive candidaturas independientes, 2016 no es un proyecto que puedan defender con la solvencia y dignidad en los foros que nos toca defender para que la ciudad pueda conseguir este sueño».
A poco más de un mes para que se conozca la decisión del jurado sobre la Capitalidad, el alcaldable de IU enarboló la bandera del proyecto para su partido y aseguró que «somos la fuerza política que con más claridad podemos liderar el proyecto de ciudad cultural, porque somos los que más creemos en él. Mientras que otros han ido y han venido e incluso han apoyado estratégicamente a otras ciudades, IU siempre ha apoyado este proyecto», señaló.
Ocaña, que estuvo arropado por Llamazares y Valderas, señaló que el modelo cultural que propone IU es «un proyecto de Cultura de verdad, no los autos sacramentales en el patio de los naranjos que proponen otros como novedad cultural», dijo en alusión al PP. Reforzando este discurso, el coordinador regional de IU en Andalucía, Diego Valderas indicó que «la candidatura de Córdoba para el 2016 necesita de un gobierno solvente y conocedor del camino recorrido y del que queda por recorrer. Los ciudadanos de Córdoba no van poner en peligro la Capitalidad Cultural».
Aparte del asunto de la Capitalidad, Ocaña, Valderas y Llamazares se mostraron convencidos del éxito de IU el próximo día 22 y calificaron la campaña electoral como «light desde el punto de vista de las ideas y de las propuestas».
De esta manera, Ocaña indicó que «en Córdoba estamos viviendo una campaña a la que no estábamos acostumbrados. La irrupción de una candidatura independiente—en alusión a Rafael Gómez—con un sello claramente populista, un profundo desconocimiento de la ciudad y con un elenco de propuestas a cada cual más disparatada han supuesto un claro elemento de distorsión».
Acerca del PP, Valderas aseguró que «la ciudadanía es sensata e inteligente y sabe que el Partido Popular supone un retroceso muy preocupante en el terreno de la política municipal. El trabajador que vota al PP tira piedras contra su propio tejado porque lo más cerca que un dirigente del PP está de un trabajador son 100 kilómetros», aseguró.
Voto de castigo
En referencia directa a la situación electoral que se vive en Córdoba, Valderas señaló que «viendo los datos que se van avanzando en las encuestas, me da la impresión que el señor Nieto ya sólo espera a que llegue Sandokán. Nosotros vamos a derrotar esa espera», aseguró un Valderas que se mostró convencido de las posibilidades de su partido porque «tenemos muy claro que queda partido y vamos a jugar para ganarlo».
Por su parte, Gaspar Llamazares reclamó para su partido «el voto de castigo que se ha ganado el PSOE. No hay mejor manera de castigarlo que hacerlo desde la izquierda. El PSOE se lo ha ganado a pulso. Han convertido un voto útil en uno inútil porque se han plegado a los dictados de los mercados. Si al PP lo veo descentrado y reclamando el sueño extremista de Aznar, del PSOE se puede decir que se desploma por su traición a los ciudadanos».
En lo que no quiso entrar al trapo el diputado de IU fue en la presencia de Rosa Aguilar en la campaña socialista. «Lo único que puedo decir es que en el tiempo que estuvo en Córdoba, realizó un gran trabajo que se ha continuado».
