A poco más de dos días para que los fuegos artificiales marquen el inicio de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, El Arenal bulle con las prisas de la cuenta atrás. Camionetas cargadas de paneles y petacas de hormigón, montadores descamisados, tómbolas con los primeros peluches colgados... Todo tiene que estar listo para el viernes. Es en lo único que piensa la mayoría de caseteros, aunque algunos, como Beatriz, encargada del recinto de la Hermandad del Rocío —en la calle Judería— recuerda que la celebración coincidirá con las elecciones, «aunque, por aquí, de momento, no se ha pasado ningún candidato», apuntó.
La mujer, remangada, afirmó que «algunas furgonetas publicitando a los partidos, sí que hemos escuchado; hace poco pasó por aquí la de Rafael Gómez, pero ningún político ha venido a preguntarnos qué se puede hacer para mejorar la Feria. Y no me extraña, porque, de momento, los que están han tenido poco en cuenta su gestión», criticó.
Así, la socia de la caseta denunció que «cada año resulta más caro montar la caseta. Todo son trabas. Y de los impuestos, mejor no hablar: 370 euros de agua, 200 de luz, 400 para la basura... Además, este año todas las casetas tienen que tener la fachada en blanco y azul, por la Capitalidad. Y nos han dado 5 kilos de pintura, pero a nosotros no nos llega», dijo Beatriz.
En la caseta de la Federación Cordobesa de Casas Autonómicas, Provinciales y Locales, ubicada frente a la portada, Antonio Pino, su presidente, opina lo mismo. «Tendría que haber una unificación de criterios para el montaje, de manera que sepamos cada año cuánto nos va a costar cada año».
Trabas «Los impuestos son cada año más altos y montar la caseta resulta complicado», manifestaron desde la hermandad del Rocío
Se refería, así, a la condición de colocar como cerramiento de las casetas o bien paneles o muros con petacas. «Nosotros siempre hemos montado unas estructuras de hierro que ahora no nos sirve. Es una lástima».
También criticó otras condiciones, como la altura de las carpas. «Como está limitada, para nuestra caseta, de 700 metros, no nos vale ese criterio. Por eso hemos tenido que montar dos. Desde luego, el técnico que lo ha planificado así se ha lucido».
Papeleo
Otros caseteros, como Olga, de Aspa, fueron más benevolentes con el gobierno municipal. «Es cierto que hay muchas trabas burocráticas, pero la voluntad desde el Consistorio siempre ha sido buena». De la campaña, prefirió no pronunciarse. «Yo hablo de la caseta, nada más».
En el recinto de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Alfonso Osuna, encargado del montaje, no tuvo queja alguna. «Hay unas bases, quien quiera, que las cumpla y quien no, pues que no monte la caseta». Eso sí, aseguró que «muchas no amortizan lo que se gastan, y más con la crisis, que seguro que este año, como el pasado, sigue notándose; no en la afuencia, pero si en que la gente se gasta mucho menos».



