La atracción de los empresarios y los emprendedores que quieran crear puestos de trabajo y riqueza en la ciudad será una de las grandes preocupaciones de José Antonio Nieto si logra la Alcaldía tras las elecciones del próximo domingo.
El candidato del PP participó ayer en la mesa de debate «Una Córdoba con nuevos motores económicos para crear empleo» que se celebró en ETEA y lo hizo insistiendo en su «obsesión» por conseguir que el paro baje en la ciudad.
Lo resumió con una frase: «El emprendedor y el empresario que quiera invertir para crear un puesto de trabajo en Córdoba tendrá al ayuntamiento como aliado y no como enemigo». ¿Cómo se llevará cabo? Simplificando los trámites administrativos, porque la licencia se aprobaría inicialmente, y congelando la presión fiscal a las empresas. Sería el paso previo hasta que «a medio plazo» la situación de las arcas municipales permita bajar los impuestos para las empresas, por considerarlo el candidato popular demasido alto.
No sólo habrá que ponerlo fácil a los emprendedores de Córdoba, sino atraer a los foráneos. Nieto se plantea proyectar «una ciudad atractiva para invertir» y de plantear sinergias con las comunidades españolas más industrializadas para que se instalen en Córdoba.
Con 2016 como aliado
Uno de los instrumentos válidos para conseguir la llegada de empresas a la ciudad sería la aspiración a ser Capital Europea de la Cultura en 2016, que colocaría a Córdoba en una situación de notable difusión ante todo el continente y muy en particular en España.
Todo eso, afirmó será posible para reducir la difícil situación del mercado laboral en la ciudad, pero habrá que empezar por «poner orden en el Ayuntamiento», lo que a su juicio contribuirá a «generar confianza en la sociedad». Ahí recordó el plan de austeridad que dio a conocer el pasado domingo, que afectará tanto a los gastos como a la contratación de direcotores y coordinadores generales. Con ello conseguirá un ahorro anual de diez millones de euros.
José Antonio Nieto insistió en que las inversiones en infraestructuras quedarán condicionadas por la disponibilidad y nunca comprometerán la estabilidad financiera del Ayuntamiento.
Sólo así, recordó, se podrá reconducir una situación nada halagüeña, con un paro que afecta en la ciudad al 30 por ciento de la población activa y un Ayuntamiento cuya deuda ronda los 400 millones de euros.



