—¿Cuál fue su primer beso?
—Pues supongo que el que me dio mi madre al nacer.
—¿Cuál es el lado desconocido de Andrés Ocaña?
—El sentido del humor.
—¿Qué dan los nietos que no dan los hijos?
—Una segunda oportunidad cuando ya se ha aprendido a ser padre.
—¿Cuál fue el último día que estuvo usted en su casa, en el brasero y con las babuchas y sin pensar en política...?
—Antes de empezar la campaña.
—Imagínese en la siguiente situación: Le pillamos en la Feria de Córdoba, en la caseta Salmorejo y Perejil y bailando sevillanas con Dolores de Cospedal..., ¿cómo se justificaría...?
—No es posible eso.
—El qué, ¿justificarlo o hacerlo con Dolores de Cospedal?
—Yo creo que eso es imposible. Científicamente imposible...
—Estamos haciendo un ejercicio de imaginación...
—No, yo no tengo nada contra la señora Cospedal, es simplemente por lo de bailar sevillanas. Aunque uno no comparta las ideas, la amabilidad está por encima de todo.
—Usted tuvo un pasado como cantautor, ¿llegó a explorar los terrenos del bolero?
—Pues mira, sí. Son bonitos y además me gustan.
—Un bolero siempre lo explica todo, ¿verdad?
—Sí, sobre todo sensibiliza y te lleva a pensar en cosas bonitas: el amor, el afecto,... con lo ingrato que es el día a día. Qué quiere que le cuente.
—Usted que ha manifestado que tuvo su interés por desarrollar la carrera periodística, ¿cómo se ve más, como redactor jefe o como corrector a la vieja usanza...?
—La verdad es que creo que era una intención formativa antes de conocer cómo funciona la Prensa. No sé si hoy estaría en la misma tesitura. Mi formación es de Humanidades y en aquellos tiempos, posiblemente, ese periodismo era más crítico que otra cosas, y era lo que me atraía. Lo que tiene que estar uno es siempre cómodo con lo que hace y ha hecho y no mirar para atrás y pensar en lo que pudo ser.
—Una taberna...
—Plateros de San Francisco.
—Su último viaje por el extranjero...
—A Bruselas, a defender la candidatura de Córdoba 2016...
—Pero por placer personal...
—A Marruecos hace ya muchos años.
—¿Cuánto vale una barra de pan, señor Ocaña?
—Donde lo compro, que es ahí en la plaza de la Almagra, 1 euro.
—¿A qué miembro de otra candidatura ficharía usted...?
—(Silencio). ¡Ufff! Me lo pone difícil...., posiblemente a alguien de Ecolo.
—¿Cuánto paga de hipoteca?
—La terminé de pagar hace dos años, después de 17 años.
—¿Cuánto dinero lleva encima en este momento?
—Creo que 40 euros, chispa más o menos.
—¿Es usted más de salmorejo o de flamenquín?
—De salmorejo.
—¿Traería a Orlando Bloom a Cosmopoética...?
—Sí, por qué no.
—Lo siento señor Ocaña, ha caído en la pregunta trampa. Es un actor de Hollywood...
—Ah! Pues me sonaba más como un poeta cubano que hay... Bueno, actores han venido a Cosmopoética.
—Le planteo tres nombres y me dice qué le sugieren. Rafael Campanero.
—Buen hombre.
—José Miguel Salinas.
—Un hombre inteligente.
—Paco Castillero
—Bueno es..., es una tipología de lo que es Córdoba, de lo popular de nuestra ciudad. Se esté de acuerdo o no, existe, está ahí y contribuye a una ciudad mejor.



