—¿Por dónde pasa el futuro inmediato de Córdoba?
—Lo más urgente ahora es el impulso de medidas que permitan captar empresas para ocupar suelo industrial y que empecemos de forma rápida a crear empleo. Y segundo, 2016, que es un reto ineludible. Hay que preparar bien los días 3 y 27 designación de junio. Y en función de la respuesta, que esperamos sea positiva, seguir trabajando en esa dirección.
—En el Consistorio, se han acumulado varios planes de saneamiento financiero; hay más de 300 millones de deuda con especial incidencia en las empresas municipales en riesgo; es una de las diez ciudades de España con más deuda por habitante; tenemos máxima presión fiscal en algunos impuestos y en los últimos días hemos conocido, incluso, también problemas con el suministro eléctrico por el impago de facturas de 2010. ¿Por qué se ha llegado a esta situación en el Ayuntamiento?
—La situación de endeudamiento municipal es resultado de una nefasta e injusta distribución de los recursos del Estado entre las Administraciones. Es impresentable que los municipios sólo participemos en el 13% de los ingresos del Estado. En épocas de bonanza, cuando los ingresos por las actividades económicas han sido significativos, hemos compensado esas injustas transferencias del Gobierno central con recursos propios. ¿Recibo de la luz? En Córdoba hemos pasado de pagar cinco millones en 2009 a nueve. Todo es consecuencia de una política del Ejecutivo de aceptarle un alza desproporcionada a las eléctricas. Y sobre impuestos municipales, el único que se sitúa en el tramo alto es el de vehículos. Por ejemplo, el IBI de urbana, que es el impuesto más generalizado, es de los más bajos de Andalucía...
—...¿Y el de plusvalías y el Impuesto sobre Construcciones (ICIO) no están en los niveles máximos?
—Son menos generalizados, hombre. Pero, por responder rápido: estamos en un nivel de endeudamiento administrable y razonable, dadas las circunstancias.
—Entonces, ¿la gestión de ustedes ha sido magnífica en ese sentido?
—Hemos hecho una buena gestión y una administración responsable de los recursos. Todos los consistorios están en situación crítica. Al nivel de participación que tenemos en los ingresos del Estado hay que sumar que el 30% del gasto municipal lo estamos haciendo sobre competencias que no nos corresponden.
—Con el actual modelo de financiación, que no se reestructurará, la caída de la recaudación por la crisis y unos niveles de endeudamiento importantes, ¿no corremos el riesgo de llegar en el Consistorio a una situación crítica?
—No. Yo creo que lo que tenemos que hacer es lo que estamos haciendo: apretarnos el cinturón y acomodar los gastos a los ingresos que tenemos.Tocan unos tiempos complicados.
—Otro tema. El Ayuntamiento suma una década de gestiones en el Centro de Congresos y no logrará ni licitarlo antes del 22-M. De todo ese periodo, usted ha sido seis años edil de Urbanismo y dos alcalde. ¿Este proyecto es su gran fracaso?
—No, en absoluto.
—¿Seguro?
—Si me pregunta, por lo menos, respete mi respuesta leve risa. Seguro que no. Sé que, inclusive, hay personas que se alegran de que lo que ha descrito no sea posible, pero seguro que son personas que aman menos a Córdoba de lo que la podemos amar algunos. Ha sido un expediente complicado. Nos pilló de lleno la crisis. Recuerde que en esos seis años que cita quien les habla logró adjudicar la obra a Ferrovial. Esta empresa no consiguió la financiación. Tuvimos que revisar y retomar el proyecto por otro camino. Y estamos culminando, en estas horas, el proceso de su financiación para seguir con el expediente, siempre desde la perspectiva de que Córdoba necesita el Centro de Congresos como agua de mayo.
—Pero, se puede amar a Córdoba y preocuparle a uno que se hayan gastado diez millones y no se haya puesto ni un solo ladrillo.
—Permítame, son siete millones.
—No. Sus cuentas son 7 millones más tres del nuevo proyecto.
—No. Son 7 millones lo que se ha abonado al estudio de arquitectura OMA, que son los honorarios por la redacción del proyecto.
—Informes de Urbanismo dicen lo contrario (catas arqueológicas, estudios...). Pero no nos perdamos en eso. ¿Es normal que una ciudad pueda perder diez años en un proyecto como el Centro de Congresos?
—No comparto su afirmación.
—No es una afirmación. Es una pregunta.
—Es una pregunta-afirmación, ¿no?
—Si quiere, la hago de otra manera.
—Vamos, una pregunta-afirmación. No nos hemos detenido en ningún momento en la búsqueda y el logro de este proyecto. Hay otras ciudades que empezaron casi al mismo tiempo que nosotros, como Almería, que ha renunciado a continuar con el proyecto. Lo importante es mirar para adelante y ver que estamos en la fase ya del proceso de adjudicación y de conseguir lo que Córdoba se merece, que es un buen centro de congresos.
—¿Qué ciudad ha llegado a la cota que parece que alcanzará el Ayuntamiento de Córdoba, de aportar casi el 50% del coste de su centro de congresos?
—El Consistorio de Sevilla ha asumido casi el 90% de ampliar Fibes, que no sé si costará 80 millones o más.
—Ahí, hablamos de ampliar.
—Prácticamente es un nuevo centro de congresos, colindante al existente.
—Vamos a otra materia. El eje del programa de IU es facilitar la creación de empleo. Una propuesta estrella es un plan de captación de inversiones y se contratará a una firma para captar esas inversiones. Pero, si en el Consistorio hay un Instituto de Desarrollo Económico, lo lógico es que estuviera capacitado para esa labor. ¿No le parece que dicho organismo se suficiente
—No. Y no es para captar esas inversiones. O me he explicado mal o... Vamos a ver, no se puede ir llamando a puertas sin ton ni son. Necesitamos saber de manera organizada qué sectores son susceptibles de situarse en Córdoba, a qué empresas tenemos que tocar, a qué ciudades tenemos que ir... Y hay buenos profesionales que nos lo pueden señalar. Necesitamos alguien que desde esa especialización concreta y en el contexto nacional e internacional nos dé unas pautas que en el ámbito local no manejamos. Tampoco hablo de unos recursos municipales significativos.
—¿Bajará usted los impuestos?
—No, y nadie lo va a hacer. Es demagógico plantear reducciones porque, en el contexto actual de ingresos, es casi imposible. El que lo plantee, no está trasladando la realidad al ciudadano. Otro asunto es que sigamos trabajando en bonificaciones y en hacer más progresivas las políticas impositivas y los precios públicos.
—Y para enjugar el déficit de algún servicio público, como Sadeco, ¿se va a seguir tirando de alza de tasas o mejorarán la gestión?
—Una de las cuestiones que yo quiero implantar es centralizar la compra de combustible porque estoy convencido de que podemos generar un ahorro significativo. También estamos trabajando en la posibilidad de captar recursos propios por parte de las empresas, así como en medidas para mejorar el gasto, que añadirán buena gestión y mejores resultados.
— Ahora sí le haré una afirmación. Van a necesitar buscar muchas empresas para llenar 15 polígonos.
—Millones [en referencia a los metros cuadrados].
—Pues por ahí hay una publicidad de IU que dice 15 polígonos nuevos. Anécdota aparte, ¿no cree que vamos desacompasados, en plena crisis buscamos empresas y en el ciclo bueno hacíamos los polígonos?
— Desde el primer minuto de ser presidente de la Gerencia de Urbanismo vi la necesidad del suelo industrial en Córdoba. Posiblemente si se hubiese empezado a programar suelo industrial hace 15 años, a lo mejor estaríamos en la fase de tenerlo casi todo ocupado, pero la historia no se puede rescribir.
— Uno de los focos de interés en esta campaña son la naves de Colecor construidas cuando usted era responsable de Urbanismo. El otro día, aseguró que es un tema muy manido. ¿Cómo puede hacer esa afirmación cuando el Ayuntamiento no ha cobrado la multa de 24,6 millones por esa construcción ilegal?
—Yo sigo considerándolo un tema manido.
—¿No le parece importante?
—Manido no quiere decir importante. Es una cuestión recurrente, y además no comparto que sea uno de los temas de la campaña. Esta campaña está siendo tan especial que esos temas no están en el debate. La ciudadanía está al margen porque es un asunto del que se ha hablado todo, se ha investigado todo y qué más hay que decir.
—¿Hubiera precintado las naves si hoy le hubiera tocado volver a tomar esa decisión?
—No, hoy seguiría el mismo protocolo que se siguió, que es el que hay.
—Hay protocolos que también contemplan el precinto.
—En Disciplina Urbanística sólo se contempla cuando el hecho, independientemente de su dimensión, provoca un efecto irreversible.
—¿Estaba prevista su legalización?
—Claro, le recuerdo que había solicitado licencia, el plan especial que se estaba tramitando recogía la posibilidad de unas instalaciones que podían ser de almacenamiento, no de venta al menor. De hecho el segundo plan especial también recoge la autorización de una actividad de esas características. Al ser legalizable, se comunica al infractor la orden de paralización y bajo su responsabilidad está el hacerlo o no.
—¿Tiene esperanzas de que la multa se llegue a cobrar?
—Obviamente, cuando se pone la sanción es para cobrarla.
—Señalaba que no hay nada nuevo en el tema, pero ahora sí estamos escuchando la versión del empresario que las levantó, Rafael Gómez. Y lo que dice es que había permiso para levantar las naves y todo estaba hablado con usted y Aguilar.
—Cada uno es muy libre de hacer las declaraciones que considere, pero, como usted comprenderá, una infracción urbanística nunca se autoriza y mucho menos, como dice él, de palabra. Eso sería una insensatez. En lo que a mí corresponde, ni me consta. Me parece todo un sinsentido, otra cosa es que él quiera defenderse, pero que se le dé credibilidad...
—¿Y usted cree que Rosa Aguilar también actuó como usted?
—Estoy convencido de que sí y no tengo razones para pensar lo contrario.
—Si había un protocolo tan claro, ¿por qué Aguilar anunció en varias ocasiones que las obras se iban a precintar?
— No es la primera vez que me lo preguntan, por eso digo que el tema es manido. Yo me remito a los hechos. Tenemos la consulta de que se quiere almacenar, se dice a la Gerencia si se puede limpiar el solar y, de pronto, nos llega una denuncia de que están socavando el solar en una zona de interés ecológico. Yo remito una orden de paralización, firmada en abril de 2005. El expediente está ahí y no se atendió esa orden.
—En 2005, había expedientes de construcciones ilegales con precintos y se habían iniciado procesos de legalización. ¿Cómo se entiende?
—No, perdone, no era el proceder. El servicio de Disciplina Urbanística tiene autonomía completa para proponer en cada caso la actuación que corresponda. Y no se hizo otra cosa que lo que el Servicio propuso.
—¿Cómo podía haber obras que eran legalizables y que sí sufrieron precinto?
—Bueno, dígame algún caso.
—Le digo uno, cuatro naves que tenía la Universidad de Córdoba precintadas y que eran legalizables en el año 2005.
—No sé a qué se refiere.
—Se le muestra la información fechada en 2005. Estos datos los ofrecieron ustedes.
— Qué joven estoy en la foto [risas]. No sé, no tengo el expediente aquí. No tengo ningún problema en analizarlo con usted, pero con el expediente encima de la mesa.
—¿Por qué han cambiado de opinión sobre Cruz Conde, a la que primero querían semipeatonalizar y a pocos meses de acabar la obra sí deciden que sea totalmente peatonal?
—Bueno, creo que en mi vida he tenido una entrevista tan amable como ésta... Había un planteamiento inicial, pero los hechos y el comportamiento de la ciudadanía nos han hecho cambiar de opinión y no hay más. Defendíamos lo que decía el Plan de Accesibilidad que era controvertido ya que la Cátedra de Movilidad de la Unesco no lo compartía. Es complicado porque el Casco es como es...
—F. J. P.: Antes de seguir, señor Ocaña, matizarle que en ABC hacemos entrevistas, y las entrevistas no son ni amables ni antipáticas, son entrevistas, con preguntas y respuestas.
—Era una broma, por lo menos he conseguido una sonrisa...
—José Luque: ¿Se arrepiente de no haber hecho algo en este mandato?
—Arrepentirse es un concepto... Equivocarse me he equivocado veces.
—Durán pidió ayer a Rafael Gómez que se retirara de las elecciones. ¿Lo haría usted también?
—No soy quien para pedirle a nadie que haga... Lo que sí me parece es que no aporta nada al debate electoral ni al modelo de ciudad.
—¿La salida de los ediles de Movilidad, José Joaquín Cuadra, y de Presidencia, Rosa Candelario, de su candidatura ha sido el peaje pagado para mantener la paz interna con su organización política?
—Tampoco repiten Marian Ruiz y Ana Moreno. En una candidatura siempre hay quien repite y quien no.
—Cuadra dijo que no le gustaba lo que le habían ofrecido.
—Pues, ya está, es una decisión suya.
—¿Qué le habían ofrecido?
—Se le ofreció el número 13 que sí aceptó Alfonso Igualada. No voy a evaluar la autoestima de cada uno.
—Si hay un triunfo de IU o una derrota, ¿hay que compartir el mérito o el demérito entre Rosa Aguilar y usted?
—No, Rosa Aguilar ya es pasado. Soy el candidato y la responsabilidad será absolutamente mía.
—¿No ve excesivo protagonismo en la presencia de Rosa Aguilar en la ciudad en esta campaña?
—Mi trabajo es juzgar a mis contrincantes, otras cuestiones no me interesan.
—Francisco José Jurado: Políticamente, ¿se sintió traicionado por Rosa Aguilar?
—Uno no es tan calderoniano. Cuando una persona da un paso, lo da con todas las consecuencias y si decidió vincularse a otro proyecto político, será porque lo comparte.
—En la encuesta que publicó ABC este pasado fin de semana, siete de cada diez cordobeses no aprobaban su gestión ni la del cogobierno. ¿Qué valoración hace al respecto?
—Todos los datos son relevantes, y son unos resultados nada positivos. Qué más quiere que le diga.
—¿Reeditaría un nuevo pacto con el PSOE, o les va mejor en solitario?
—En solitario es lo más óptimo.
—¿Estar en la fase final de la designación como Ciudad Europea de la Cultura ha sido su gran logro?
—Sí hemos hecho una apuesta importante por la cultura y hemos logrado que 2016 sea un proyecto desde la perspectiva de la ciudadanía.
—¿Ha tenido IU la tentación de capitalizar la candidatura de 2016 metiéndola en campaña cuando había un pacto tácito para no hacerlo?
—Desconozco ese pacto tácito. En un debate electoral se habla de todo y es legítimo hablar de todo. Entiendo que el PP tenga interés en que no se hable de su comportamiento hasta 2010, que no fue muy ejemplar.
—¿Cuál sería el «plan B» si, ojalá no sea así, Córdoba no es elegida Ciudad Europea de la Cultura 2016?
—Recuerdo una declaración institucional del Pleno con todos los partidos, que hablamos de, más allá de ser elegidos, mantener todos los compromisos en cultura. Estoy convencido de que el esfuerzo que Córdoba está haciendo con la cultura es irreversible. Sería un disparate renunciar a eso. Tenemos todas las papeletas para ser designados y debemos seguir trabajando sin triunfalismos.
—Luis Miranda: Es cierto que se han puesto en marcha muchos equipamientos culturales, pero en gran medida sin uso. Sala Victoria, Pérgola, Casa de Góngora y la infrautilización, desde mi punto de vista, del Teatro de la Axerquía.
—Cada uno tiene su peculiaridad. La Pérgola no es un equipamiento cultural, y está sujeto a concurso de explotación. La Sala Victoria tiene actividad periódica municipal y ciudadana. La Casa Góngora estamos en la fase final junto a la UCO y la Diputación para crear el consorcio y asentar el Centro de Estudios Gongorinos. Esos 35 equipamientos tendrán todos su actividad programada como establece el proyecto de 2016.
—L. M.: ¿No ha tenido que esperar demasiado el Centro de Estudios Gongorinos?
—Sí, pero no depende sólo de nosotros, es un empuje a tres bandas.
—J. L.: ¿Duda de la imparcialidad del jurado de 2016?
—Yo creo que el jurado es imparcial.
—Aristóteles Moreno: Si no le he entendido mal, en esta campaña ha dicho que, si no es alcalde, dejará el Ayuntamiento.
—Es lo razonable. Si eso es así, hay que entender que yo he cubierto un ciclo y con toda naturalidad y normalidad dejaría mi puesto para que otras personas sean las caras que representen una nueva etapa de IU en Córdoba.



