Un sinónimo es una palabra que se utiliza como sustitución de otra y que tiene su mismo significado o uno muy parecido. Se suele usar para evitar sucesivas repeticiones de una misma palabra. Por ejemplo, si escribes de un vino como puede ser (y lo es con mayúsculas) Sonsierra, la lógica te conduce a que escribas tanto Sonsierra, como vino, o elaboración, o incluso dejes que las palabras se deslicen y luego las conduzcas hasta que quede sobreentendido que hablas de esa marca, que, en el caso que hoy nos ocupa, lleva añadido los apellidos crianza vendimia seleccionada. Ahora, preferir «caldo» antes que «vino» es, presuntamente, de personas que podría parecer que ya están sólo para que les den sopitas. Y eso que en el caso que nos concierne son las mismas que acaban de sacar al mercado una elaboración excelente a su precio, con carácter, mucha fruta de calidad y para todos los públicos. No es de recibo que la página webde una bodega incluya entre sus apartados «Nuestros caldos» en vez de «Nuestros vinos». Eso sí, si fuera o fuese un caldo sería bien jugoso.