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La historia era un bombón para la prensa rosa. Un político de primera fila y la ex mujer de un torero de la talla de Sebastián Palomo Linares. José Bono y Marina Danko enamorados. ¡Qué bueno! Por los corrillos del Congreso no se hablaba de otra cosa: «¿Sabes lo de Bono?» Por las tertulias taurinas, más de lo mismo: «¿Te has enterado de lo de la mujer del maestro?». Ya salió quien los había visto juntos, ya quien contaba cómo Marina se consolaba desahogando sus penas a un Bono que años atrás también había vivido el final de su matrimonio, de ahí su experiencia a la hora de aconsejar.
Tan en serio parecían los comentarios, que hasta las llamadas revistas serias del corazón publicaban esta semana portadas con dicho romance. Pero no ha durado ni un minuto en la calle, puesto que el mismo día que salían en los kioskos, todos los aludidos se dedicaban a desmentir por cualquier parte que eso fuera real. Ya lo decía: demasiado apetitoso como para tragarnos semejante bulo.
Las primeras en negar la historia fueron la hija y la ex mujer de Bono, Amelia y Ana Rodríguez, que estuvieron adorables en la fiesta de presentación del nuevo bolso de Tous en Madrid. «He hablado con mi padre y puedo decir públicamente que es una gran mentira». La ex, por su parte, aclaraba que los matrimonios se conocen desde hace muchísimos años y que siempre han mantenido una buena amistad. Punto.
Al día siguiente, y de dos formas muy distintas, los protagonistas de esta historia también negaban la mayor. Marina lo hacía a través de la revista donde posa en exclusiva, previo pago de su importe y donde contó cosas tremendas de su matrimonio con Sebastián y lo que te rondaré. Muchos se han quedado de una pieza al ver a Marina, con sus joyas y gesto serio, posando cual famosete de tres al cuarto, hablando de sus intimidades y llevándose la pasta por delante. Nadie lo esperaba de ella. Al menos, no tan pronto ni de manera tan hiriente. Mientras Marina posaba en su piso de Madrid, su todavía esposo seguía en el hospital tras su último infarto. Los tiempos son muy importantes y Marina ha arruinado su buena imagen. Está cual Maite Zaldívar despechada, solo que con mejor estilismo. Ella sabrá. Pero, lo dicho, desmiente el romance, asegura que por su parte no hay terceras personas y dice cosas como que «ni he mantenido ni mantengo relación sentimental alguna al margen de mi matrimonio». Además añade: «Quiero dejar claro que con don José Bono y doña Ana Rodríguez me une, desde hace años, una relación de amistad y que les respeto profundamente».
Un guiño a la autoestima
Más divertido fue el desmentido de Bono, que no pudo evitar los comentarios en el Congreso con las portadas de las revistas sobre la mesa. En el fondo, a Bono se le ve encantado con la historia, pues ya se sabe que un hombre divorciado que pierde peso y gana pelo es un hombre que está dispuesto a vivir la vida. Vamos, a no dejar pasar la oportunidad. Si encima le acompaña la fama, pues ¡para qué quieres más! Riéndose y con los micrófonos abiertos dijo que no y, cuando le mentaron al torero, mandó callar rápidamente, aunque siempre en tono coloquial. Vamos, que rumores como ese son los que suben la autoestima a Bono y a muchos más.
El último en apagar fuegos ha sido Sebastián Palomo Danko, quien presentó, junto a Tamara Falcó, el nuevo Land Rover en el hipódromo de Madrid. El joven diestro se ha posicionado al lado de su madre en la ruptura y también niega tajante esa historia.
