Conquistar el mercado americano del automóvil no es tarea fácil, pero hay fórmulas. Japoneses y alemanes comenzaron fabricando allí mismo e iniciaron una progresiva penetración. El grupo italiano Fiat ha optado por otra vía: comprar una de las marcas de aquel país con mayor solera, Chrysler. Y así ha adaptando sus productos de mayor interés a la calidad y diseño europeos. Los primeros resultados son los nuevos Lancia Thema y Voyager, berlina de representación y monovolumen de gran tamaño, en cada caso.
Sobre el primero parte de la base Chrysler 300C, pero los ingenieros de Lancia han trabajado tanto el aspecto exterior como el interior, y por supuesto la parte mecánica que han terminado dotándolo de un estilo nuevo y más italiano. En algunos aspectos el cambio ha sido para mejor; en otros no tanto. Exteriormente el nuevo Thema pierde parte de esa fuerza que generaba el aire americano, un poderío trasmitido por el Chrysler perdido a partir de un frontal más afilado y probablemente más europeo. Pero esa era la gracia del 300, ese porte grandilocuentemente americano.
Dentro sucede lo contrario, pues se ha pasado de un interior un tanto anodino y bastante austero a un habitáculo más sugerente, con más diseño donde prima más el corazón a base de formas limpias y tonos de plásticos y pieles bien escogidos y mejor combinados. Piel que, por otra parte, hay que decir será de serie en toda la gama Thema.
Respecto a la parte mecánica, el Thema se va a vender con 2 motores de gasóleo y un tercero de gasolina. Los primeros parten del mismo bloque de 3 litros, un V6 Multijet II de origen italiano que genera 190 o 239 CV, respectivamente. Ambos llevan caja automática de 5 velocidades y son de propulsión. Con llantas de 18 pulgadas consumen 7,1 l/100 km y alcanzan 230 km/h. El gasolina, por su parte, es también 3.0 V6, pero de origen americano y 286 CV. La transmisión en este caso es automática, pero más moderna y de 8 velocidades. Alcanza 240 km/h con un consumo combinado de 9,4 l/100 km clazado con llantas de 18 pulgadas.
Por lo que toca al monovolumen Voyager, el planteamiento es distinto porque se trata de una leyenda que, tras 27 años en el mercado en distintas generaciones, y más de 13 millones de unidades vendidas entre todas ellas, sólo experimenta una cura de rejuvenecimiento para introducirse en su segunda juventud a manos italianas.
El nuevo Voyage mantiene las virtudes del Chrysler precedente, como en el Thema adaptados a Europa. Para ello se ha trabajado en la insonorización del habitáculo y en unas suspensiones más enérgicas que reduzcan los balanceos de la carrocería de la anterior generación. Tambien remodela salpicadero para dotarse de un aire más elegante.
En cuanto a motores, la nueva Voyager ofrece un diásel y un gasolina que superan la normativa Euro V. El primero en un 2.8 de 4 cilindros que proporciona 163 CV y un consumo comedido: 7,9 l/100 km. En cuanto al gasolina, se trata de un 3.0 V6 de 283 CV que eleva consumo a 10,8 l/100 km, pero que lógicamente mueve el coche con más soltura. En ambos la tracción es delantera y la caja de cambio automática, de 6 relaciones.
