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Cuando ganó la corona de «Miss Sevilla» nadie puso el grito en el cielo. Jessica Buenotenía suficientes argumentos para convertirse en reina de la belleza gracias a su escultural cuerpo y una cara muy agraciada. Aunque cuando se supo que era la nueva amiga íntima del tenista Feliciano López, la madre de la que fue su rival en el certamen de belleza apareció como una loca por los platós de televisión gritando que había tongo y vaticinando que iban a darle el titulo de «Miss España» sólo por ser la novia del guapo deportista.
El tiempo demostró que esta señora lo único que buscaba era su momento de gloria delante de los focos, mientas exaltaba las dotes de una hija que en lugar de taparle la boca la agitaba aún más. De todo aquel episodio lo más elocuente fue ver cómo la buena de Jessica permaneció callada y horrorizada al oír cuanto estaban diciendo, y hasta tuvo que soportar cómo en la final de «Miss España», en Toledo, la madre de su rival apareció dispuesta a boicotear la gala, propósito que no consiguió pero le sirvió para volver a salir en las teles, que a fin de cuentas era de lo que se trataba.
Al cuidado de la suegra
Hoy Jessica Bueno ha dejado atrás esa polémica para protagonizar un titular más ambicioso, dado que será quien haga abuela a Isabel Pantoja. Embarazada de Kiko Rivera, a quien conoció en el reality «Supervivientes», la sevillana se ha ganado el corazón de una familia que respira tranquila tras conocer a la mujer que ha hecho sentar la cabeza al más díscolo de los hijos de Paquirri. El cambio que ha experimentado en los últimos meses Kiko Rivera ha sido la mejor noticia que su madre podía recibir.
Bien es cierto que Isabel, en contra de lo que hace Carmen Thyssen,siempre ha tendido la mano a las novias de su niño del alma sin importarle que fueran bailarinas de discoteca, chonis con aires de grandeza o camareras con sueños de fama. Isabel ha tragado con todas, las ha dejado entrar y hasta vivir en su casa, y ha silenciado su opinión. Pero con Jessica está encantada. Aparte de la belleza, la que se convertirá en su nuera el próximo mes de enero es una mujer muy discreta, apenas habla y sonríe mucho y, sobre todo, no es especialmente fiestera. Le gusta la vida tranquila y estar en casa con su chico. Embarazada de apenas un mes, me dicen que le ha dado por dormir a todas horas y que Isabel ya ha comentado que se trasladará a su casa para que pueda cuidarla durante el embarazo, mientras Kiko sigue sus bolos nocturnos de discotecas junto a su amigo Rafa Mora. Por si fuera poco, quiere Isabel que el bebé venga al mundo en Sevilla, en el mismo hospital y habitación donde nació su hijo, en una especie de tradición «pantojil» que la buena de Jessica está dispuesta a cumplir para tener contenta a la familia.
Ahora empezarán los preparativos de su boda en «Cantora», el vestido, los invitados, el menú, la exclusiva millonaria que ya tienen pactada, la mantilla que llevará Pantoja como madrina de la ceremonia... La única sombra en toda esta felicidad es cómo se pasa de estar enamorada de una escultura humana como Feliciano López a un feo simpático como Kiko Rivera. ¿Sera verdad que el roce hace el cariño?






