Los nuevos rectores de Cajasur están dotando a la entidad de los controles de cuya falta alertó el Banco de España
Día 29/02/2012 - 09.35h
El «Informe de Gobierno Corporativo» de Cajasur de 2011 señala que la incorporación desde el 1 de enero de ese ejercicio de la entidad cordobesa a BBK supuso una «redefinición» de sus políticas de riesgo, así como de los mecanismos de gestión y control de éste. Todo ello se encamina a «garantizar el adecuado funcionamiento» del nuevo banco. De hecho, el citado informe resalta que en la infraestructura de gestión del riesgo durante 2011 Cajasur afrontó «importantes mejoras en sus marcos de control de los diversos tipos de riesgo, tanto técnico como organizativo, por su integración en BBK».
Y es una cuestión vital. De hecho, el expediente sancionador del Banco de España a 38 exaltos cargos que tuvo la entonces caja de ahorros desde 2005 hasta 2010 establece como dos de los cuatro cargos las deficiencias en el control interno de la entidad durante años y haber consentido en ella una exposición de riesgo al sector inmobiliario muy superior a los topes legales. Dicho expediente se halla ahora pendiente de resolución en los tribunales.
Pues bien, el «Informe de Gobierno Corporativo» de 2011 y el de 2010, cuando BBK ya empezó a trabajar con los gestores que el Banco de España puso a dirigir la caja tras intervenirla, señalan los cambios que los nuevos rectores han ido introduciendo. Así, en la supervisión del riesgo de crédito, el documento relativo al año pasado, señala que en el proceso de análisis y admisión hay dos canales. Desde 2010, Cajasur dispone de una Unidad de Gestión de Activos Singulares (UGAS), centrada en la cartera de clientes con los que el banco mantiene una mayor concentración crediticia y que presentan «alguna debilidad que requiere un seguimiento estrecho, por el tipo de financiación o la actividad del cliente». La otra vía es el Departamento de Admisión, que estudia y acepta «operaciones contraídas por el resto de la clientela».
Además, sigue el informe, existe el Departamento de Recuperaciones, con un equipo de gestores especializados en el «recobro de las operaciones en su fase amistosa o contenciosa». Igualmente, el banco mantuvo la «unidad especializada para realizar el seguimiento del riesgo asociado a la construcción» que tenía la caja. Controla el «correcto desarrollo de los proyectos inmobiliarios financiados, anticipando problemas en su ejecución».
El informe de 2011 también alude a que el banco hace un seguimiento exhaustivo del nivel de concentración de riesgos en el que incurre por cada una de las categorías posibles: por sector, por segmentos de clientes o por área geográfica.