Paco Jémez asegura que El Arcángel va a estar «casi a reventar» por la ilusión que se ha generado entre los aficionados y pide respeto y caballerosidad de la grada hacia el rival
Día 06/06/2012 - 09.41h
Si algo tiene claro Paco Jémez es que en la eliminatoria de hoy quien debe notar más la presión y quien debe estar bajo los efectos de la ansiedad es el Valladolid, en calidad de favorito. «Nosotros no tenemos absolutamente nada que perder y vamos a salir a jugar sin miedo y a disfrutar de esta eliminatoria, que ya de por sí es un excelente premio» para el cordobesismo, señaló.
Pero que nadie se lleve a engaño, porque una cosa es no ponerse nerviosos y otra bien diferente es relajarse de cara a un partido que se antoja trascendental. «Vamos a salir bien y vamos a competir, jugarles cara a cara, como ya hemos hecho, y a arriesgar para ganar», pero sin agobios, porque esto no es un simple partido de tres puntos, sino algo que hay que contemplar de forma diferente. Una cuestión que parece que va a resultar cierta habida cuenta de que Jémez aseguró estar totalmente tranquilo —«otra cosa es que mañana [por hoy] me suba por las paredes»—, cuestión que transmite a sus jugadores, y éstos «me trasladan a mí su seguridad en los entrenamientos».
Para ello, resulta fundamental que la enfermería esté vacía y que tampoco haya sancionados. «Eso nos permitirá competir bien ante un equipo que todos sabemos que es de Primera y que tiene mucho de bueno», sentenció el entrenador. Por ello, las claves para llevarse esta eliminatoria van a estar en pequeños detalles que son los que marcan la diferencia entre unos y otros, entre los que están «mantener la portería a cero» en ambos partidos, pero sobre todo jugando de local, «generar un mayor número de ocasiones y saber concretarlas», y, sobre todo, la posesión del balón. «Sin el balón contra el Valladolid estamos muertos», sentenció. De todos modos, es tal la concentración de sus jugadores, que «ni siquiera han tenido tiempo de disfrutar de lo que han conseguido», abundó Jémez.
En cualquier caso, el técnico blanquiverde se mostró más que seguro de que, «con independencia del revuelo que se ha montado con el tema de los precios del partido, el campo va a estar casi a reventar». Entre otras cuestiones, porque la ocasión se lo merece y porque «he notado que la gente está incluso más ilusionada que nosotros».
Eso sí, el técnico canario reclamó a la afición que se olviden de tiempos pasados en los que el Valladolid, «cumpliendo con su deber», hizo descender al Córdoba a Segunda B. «Pido caballerosidad, porque es lo que vamos a recibir nosotros cuando viajemos hasta allí», dijo.
