Una nueva herramienta para predecir el impacto en el campo de la PAC del futuro
La herramienta Agricore se probará en tres países. En el caso de España, será en el olivar ecológico andaluz
Si hay algo de lo que el campo andaluz en conjunto (la Consejería de Agricultura de la Junta y las organizaciones agrarias profesionales Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía) se ha quejado en los últimos años es de no tener estudios de impacto de la aplicación de las nuevas medidas que contempla el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) que entrará en vigor a partir de 2023.
Pues bien, un nuevo proyecto financiado por la Unión Europea, en el que participa Andalucía, se ha propuesto el objetivo de desarrollar una nueva herramienta que mejore la capacidad de simulación y de evaluación de las políticas agrarias.
Se trata del proyecto Agricore, enmarcado en el programa europeo Horizonte 2020, que lleva dos años trabajando en el desarrollo de un instrumento para evaluar el impacto que la PAC -tanto la del próximo marco 2023-2027 como como las que vendrán en el futuro- tendrá en los diferentes cultivos y tipologías de explotación de los países miembros de la Unión Europea.
Andalucía tiene un gran peso en este proyecto, ya que esta novedosa herramienta de modelaje se probará y validará en el olivar ecológico andaluz. Además, entre los partners que forman el consorcio de Agricore, que reúne a una decena de entidades de seis nacionalidades distintas (España, Italia, Grecia, Polonia, Alemania y Turquía) está Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía, la empresa sevillana Idener y la Fundación Ayesa.
El desarrollo
Idener, empresa tecnológica dedicada al modelado y simulación por computación, es la encargada de desarrollar esta nueva herramienta, que también se llamará Agricore. Los modelos agrícolas aplicados hasta ahora no son capaces de representar muchos de los nuevos instrumentos recogidos en la nueva PAC, ni de captar la heterogeneidad de las explotaciones agrícolas o abordar una escala geográfica más fina que la regional.
En respuesta a estas necesidades, la modelización basada en agentes ha aparecido en los últimos años como una poderosa técnica. Así, Agricore incorporará la modelización basada en agentes, que permite aumentar la resolución del efecto del impacto de la política agraria analizada, «creando tantos agentes como modelos de explotaciones o granjas hay, pudiendo prever los efectos y las implicaciones de la PAC para todo tipo de agricultura y ganadería», explica Pablo Báez, Manager de Proyectos de Idener y coordinador de Agricore.
Además de su capacidad de analizar explotaciones heterogéneas, otro de los rasgos diferenciadores de esta herramienta es su modularidad. Así, «Agricore cuenta con dos módulos y con interfaces de comunicación entre ellos. El módulo central es un motor de simulación basado en agentes y las acciones que realizan esos agentes son la entrada de otro módulo separado que se llama ‘Evaluación de impacto socioecómico’, en el que, por ejemplo, una serie de ecuaciones calculan el efecto de las acciones realizadas por las distintas explotaciones sobre el mercado de trabajo o sobre la renta media», señala el coordinador.
Con esta herramienta se podrá simular, entre otros aspectos, cómo repercutirá la concesión de ayudas a jóvenes que se incorporen a la actividad agraria en el desarrollo de su entorno rural, o de qué modo mejorará el medioambiente la aplicación de pagos por compromisos ambientales a los agricultores de una determinada comarca, incluso la forma en la que incidirán las ayudas ecológicas en su propia explotación.
«Se trata de contar con una herramienta certera, adaptable y apoyada en una gran base de datos multidisciplinar, gracias a la que se podrán analizar desde diferentes puntos de vista qué consecuencias tendrán las diferentes políticas agrarias que se apliquen», recalca Pablo Báez.
El proyecto Agricore ha pasado ya su ecuador, pero aún tiene por delante un año y medio (18 meses) hasta su finalización. Entonces, la herramienta se probará en tres escenarios agrícolas distintos. Es lo que se conoce como ‘Casos de Usos’, y se centrarán en Andalucía, Polonia y Grecia.
Olivar ecológico andaluz
Así, el caso de uso andaluz tendrá como escenario el olivar ecológico. Por tanto, se evaluará el impacto medioambiental de la PAC en el sector oleícola a través de la Medida 11 del Plan de Desarrollo Rural (ayudas a la agricultura ecológica).
Para llevar a cabo esta evaluación, Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía está realizando un estudio exhaustivo del sector del olivar ecológico a través de parámetros sociales, culturales, económicos y ambientales, mediante una serie de encuestas.
«Nuestros más de 290.000 profesionales de la agricultura y la ganadería asociados son parte interesada e implicada en esta iniciativa que trabaja para mejorar las futuras reformas de la Política Agraria Común. La base social de las cooperativas, por su implantación en el territorio, su diversidad productiva y su conocimiento agroindustrial, es una fuente de gran relevancia y valor de consulta para este consorcio europeo», señala el director general de Cooperativas Agro- alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez-Conradi.
En concreto, la federación colabora incluyendo en la herramienta aspectos de gran importancia como pueden ser la evolución de la superficie de los cultivos, el impacto medioambiental y socioeconómico, e incluso las opiniones de las políticas desarrolladas desde el 2014, entre otras.
Con la participación de Cooperativas, el proyecto tiene acceso directo al sector productor de Andalucía, lo que le permite incorporar su experiencia sobre el terreno. Es, por tanto, «un trabajo mutuamente beneficioso para la reforma de las próximas políticas agrarias en las que, esperamos, sí se tenga en cuenta el peso y el conocimiento del sector agrario andaluz», apunta Martínez-Conradi.
La información extraída de esta investigación participativa aportará una serie de datos que se incorporará a Agricore para hacer su simulación de impacto. A este respecto, el directivo de la federación señala que «estamos muy interesados en que las futuras reformas o mejoras de estas políticas se sustenten en las particularidades geográficas y las características socioeconómicas de la producción».
Aparte de Andalucía, la herramienta también se probará en Polonia, concretamente evaluando el impacto de los servicios de los ecosistemas en la agricultura polaca a través de la Medida 10 del Programa de Desarrollo Rural (PDR), correspondiente a los pagos por compromisos medioambientales y climáticos; y en Grecia, donde se evaluará el impacto socioeconómico a través de la Medida 6 del PDR, donde se incluyen las ayudas para la incorporación de jóvenes agricultores.
