
La prórroga del plazo de la PAC se vuelve imprescindible por las lluvias y la falta de agua
Las lluvias y la incertidumbre sobre el riego dificultan la planificación de los cultivos y solo un 23% de los agricultores andaluces ha presentado su solicitud
La posibilidad de que el plazo de solicitud de la PAC (Política Agraria Común) se prorrogue nuevamente este año cobra fuerza ante las dificultades que enfrentan los agricultores andaluces. La organización agraria Asaja Andalucía ha expresado su sorpresa y preocupación tras la nota emitida por el Ministerio de Agricultura en la que se cuestiona la necesidad de una ampliación del plazo.
Las intensas lluvias registradas en las últimas semanas han afectado gravemente las labores agrícolas, retrasando siembras y obligando a replantar ciertos cultivos. Además, la falta de información sobre la dotación hídrica para el riego mantiene en vilo a miles de agricultores que aún no saben qué podrán sembrar.
Hasta el pasado martes se habían presentado en Andalucía 48.790 declaraciones de la PAC, una cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta que un gran número de agricultores andaluces están pendientes del cielo y de las decisiones de las confederaciones hidrográficas para poder cerrar sus planes de siembra.
En Andalucía, la región con más agricultores y ganaderos de toda España, se presentaron el pasado ejercicio 214.399 solicitudes de la PAC, por lo que hasta ahora en nuestra comunidad han presentado su declaración casi un 23% de los agricultores.
Sin embargo, las copiosas lluvias de estas dos semanas de marzo y las dudas sobre la dotación final de riego están retrasando las decisiones de siembra de miles de agricultores. En el secano están pendientes de siembra cultivos como el girasol y el garbanzo. Están asimismo pendientes las nuevas plantaciones de cultivos arbóreos. Y en el regadío, tal y como informó ayer la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, hasta finales del mes de abril no sabremos cuál será la dotación hídrica con la que cuenten finalmente los agricultores que, por tanto, tampoco pueden saber qué es lo que van a poder sembrar en las superficies de riego.
El retraso en la toma de decisiones afecta a la producción agrícola y podría generar pérdidas económicas significativas para el sector. Sin una previsión clara de la disponibilidad de agua y de las condiciones meteorológicas futuras, muchos agricultores temen que sus inversiones en semillas y fertilizantes no den los resultados esperados. Esto no solo perjudica a los productores, sino que también impacta en la estabilidad del mercado agroalimentario.
La situación es especialmente preocupante en las zonas de secano, donde cultivos como el girasol y el garbanzo dependen de un calendario de siembra bien definido para garantizar su rendimiento. En las últimas semanas, muchos agricultores han optado por retrasar sus planes a la espera de mejores condiciones, lo que podría derivar en una disminución de la superficie cultivada este año.
Por otro lado, en el regadío, la falta de concreción sobre las dotaciones hídricas impide a los agricultores realizar sus planes de cultivo con certeza. La incertidumbre sobre el agua disponible pone en riesgo cultivos de alto valor económico y afecta a la planificación a largo plazo de las explotaciones agrarias.
Asaja Andalucía y otras organizaciones agrarias han manifestado que, a pesar del esfuerzo de los técnicos y entidades colaboradoras, será muy complicado que los 165.609 agricultores que aún no han podido presentar su solicitud lo hagan antes del 30 de abril. Por todo ello, no se descarta que este ejercicio tenga que prorrogarse de nuevo el plazo de presentación de las solicitudes de la PAC.
El sector agrario andaluz insiste en la necesidad de que el Ministerio de Agricultura sea flexible y considere la ampliación del plazo, garantizando que ningún agricultor quede fuera de las ayudas por causas ajenas a su voluntad. La adaptación a las condiciones climáticas y a las decisiones sobre la dotación hídrica es crucial para que el campo pueda seguir produciendo y abasteciendo a los mercados nacionales e internacionales.