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Muestra Provincial de la Breva de Jimena / D. J.
Agricultura

La breva de Jimena, un manjar de temporada con identidad propia

Más un centenar de familias del municipio jienense complementan otros cultivos con esta fuente adicional de ingresos, que se ha convertido una fruta muy valiosa en el mercado

30/06/2025 Actualizado a las 07:47

En Jimena están en plena cosecha de la breva, un cultivo minoritario en este pequeño municipio de Sierra Mágina si se compara con el dominante monocultivo del olivar, pero que representa un importante complemento económico para los agricultores de la zona. Muchos de ellos son hortelanos que, fuera de la campaña de la aceituna, mantienen vivas sus huertas, y gracias a la breva aseguran una fuente adicional de ingresos.

Su rentabilidad es notable: el precio en el mercado mayorista puede llegar a triplicar el del kilo de aceituna, que en la última campaña alcanzó los 3,20 euros. A esto se suma que su cuidado y mantenimiento resultan mucho más económicos que los del olivar y que no requiere el uso de maquinaria para su recogida. La cosecha se realiza de manera completamente manual, en un proceso sencillo en el que participa toda la familia. «Muchas veces hasta los nietos con su cesta nos ayudan», cuenta Juan Manuel García, presidente de la Cooperativa San Isidro.

En torno a 110 familias, pequeños productores del municipio, se dedican a este cultivo que, aunque no constituye su único sustento, les permite diversificar ingresos y reducir su dependencia del olivar. La campaña es muy corta: en solo 15 días debe recogerse todo el fruto para asegurar su máxima calidad. Suele coincidir con la festividad de San Juan, y este año comenzó el 16 de junio, por lo que «estamos en el ecuador de la cosecha». Desde la cooperativa, el producto se distribuye por toda España, desde Granada hasta Barcelona, con Málaga como uno de sus mercados principales, donde la breva de Jimena cuenta con una alta demanda.

Características únicas

Los agricultores destacan que la breva de Jimena es diferente a la del resto del país. Su dulzor y sabor intenso la hacen única. El propio Juan Manuel García asegura que incluso dentro del pueblo, la localización de los cultivos influye en el sabor. «La más dulce es la que se planta en la zona baja de Jimena, donde los cultivos colindan con el casco urbano. Allí tiene que haber un microclima diferente al resto del pueblo, porque las higueras que están más alejadas dan un fruto menos dulce».

Otra ventaja significativa de la breva frente a otros cultivos, incluido el olivar, es la rapidez con la que el agricultor recibe el pago. En menos de tres meses, a primeros de septiembre, todos los cooperativistas «tienen el dinero en el bolsillo», frente a los largos plazos del olivar, cuyos beneficios no llegan al productor hasta octubre, aunque la campaña haya terminado en enero o febrero.

Sin embargo, este cultivo también enfrenta dificultades. En la última década, la producción de breva se ha reducido un 50 %. Si antes las cosechas superaban los 110.000 kilos, hoy la cifra es considerablemente menor. La causa principal es la falta de agua. Aunque resistente, la higuera necesita riego, y las prolongadas e intensas sequías de los últimos años han provocado la pérdida de decenas de ejemplares en el municipio, con un impacto directo en la economía local.

Muestra Provincial

En paralelo a la campaña, se celebró en Jaén una nueva edición de la Muestra Provincial de la Breva de Jimena, un evento que suma más de diez años y que se enmarca en la estrategia Degusta Jaén para la promoción de productos locales. Durante la muestra, se destacó el valor gastronómico y nutricional de este fruto, que cada vez se incorpora más a las cartas de restaurantes no solo como postre, sino también como ingrediente en primeros y segundos platos. «Es un producto sinónimo de calidad, por sus propiedades para la salud y su sabor único», señalaron los organizadores.

La breva de Jimena, fruto delicado y temporal, representa mucho más que una oportunidad de ingresos puntuales. Es un ejemplo de cómo la agricultura tradicional y familiar puede resistir a las adversidades climáticas y económicas cuando se apuesta por la diversificación, la calidad y la identidad local.

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