El precio de la cesta de la compra no para de subir mientras los agricultores siguen ahogados en gastos
Los alimentos de gran consumo han subido hasta un 15% su precio en el último año pero, por el contrario, se les paga igual o menos a los agricultores, que ven cómo suben los costes de producción
Hay dos realidades que llevan semanas siendo protagonistas en el boca a boca del campo, y de la sociedad en general: los gastos agrícolas se han disparado, provocando que los altos precios de materias primas, transporte y fertilizantes estén haciendo cada vez más costoso producir cualquier tipo de cultivo.
Por otro lado, el precio de la cesta de la compra no deja de crecer y esta subida no repercute, precisamente, en los agricultores. En concreto, según datos del Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD), que elabora COAG de manera mensual, los precios de muchos alimentos básicos se han multiplicado hasta por nueve al pasar del campo a la mesa en el mes de octubre, último dato registrado.
El alza global de las materias primas y la energía, sumado al colapso en algunos puertos internacionales, también ha hecho elevar los precios de la compra de cara a los consumidores, que están pagando hasta un 15% más en alimentos de gran consumo que a principios de año, según los datos de COAG. El tomate de ensalada, por ejemplo, es un 17% más caro ahora que hace un año, el aceite de oliva ha subido un 6,1% y la carne de conejo, pollo y cerdo han aumentado un 4,7%, un 3,5% y un 1,5% respectivamente.
Llaman especialmente la atención los ajos, que multiplicaron por nueve su coste desde el precio en origen hasta el precio de venta al público, pasando de 0,64 euros por kilo a venderse en destino a una media de 5,76 euros por kilo. De otro lado, las cebollas costaban en los lineales de las tiendas un 700% más que el precio pagado a los agricultores en el campo, es decir ocho veces por encima, al marcar una cotización de 0,15 euros por kilo en origen y venderse a una media de 1,20 euros.
El de COAG no es el único estudio que permite ver la fuerte subida del precio de los alimentos y su repercusión en los ingresos de los agricultores. Según el observatorio semanal que realiza Asaja, los consumidores han pagado 1,25 €/kg por la calabaza en una conocida cadena de supermercados, mientras el agricultor ha recibido entre 0,20 y 0,34 €/kg. El tomate pera, por su parte, se paga en los lineales a 1,49 €/kg, mientras al agricultor se le paga 0,80 €/kg.
El precio de la leche
Punto y aparte supone el sector lácteo. Los ganaderos llevan meses manifestándose por las alarmantes cifras: producir un litro de leche alcanza en algunas explotaciones andaluzas los 0,40 euros, estando el coste medio en 0,35 euros. Sin embargo, en el último año, se ha pagado al ganadero en torno a 0,31-0,33 euros por litro. A estas pérdidas hay que sumarle los costes de producción, marcados por la subida de hasta un 35% de la alimentación animal y los costes energéticos. En los lineales, el litro de leche oscila los 0,60-0,70 euros/litro.
