aceitunas-negras
Aceitunas negras / Agrónoma
Ganada la primera batalle legal contra Estados Unidos

La rebaja del arancel a la aceituna negra andaluza podría tardar todavía un año

El fallo definitivo al recurso de Asemesa supondrá bajar el impuesto aduanero del 35% actual al 20%

22 enero 2020, 11:22

Productores, industriales y exportadores de la aceituna de mesa han recibido el fallo de la justicia americana a favor del sector en su batalla legal contra los aranceles impuestos por Estados Unidos a la aceituna negra española con «enorme alegría» pero también con «cautela», a sabiendas de que se «sólo se ha ganado una pequeña batalla», pero que el fin de la guerra queda todavía lejos.

El Tribunal Federal de Comercio Internacional de Estados Unidos emitía el pasado viernes el fallo del recurso presentando por las empresas aceituneras Agro Sevilla, Ángel Camacho y Aceitunas Guadalquivir, junto a la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) contra la resolución que imponía aranceles por valor de un 35% a la aceituna negra de España, a raíz de la denuncia de dos empresas de California, (Bell-Carter Food Inc. y Musco Family Olive Company), acusando al sector español de estar realizando importaciones de aceituna negra subsidiadas y comercializando a un precio «inusualmente bajo», lo que se conoce como «dumping».

No obstante, el fallo del Tribunal norteamericano dando la razón a las demandantes se refiere sólo al recurso judicial interpuesto por las ayudas de la PAC recibidas por el sector español y que el Gobierno americano consideró como ilegales, optando por gravar la exportación de aceitunas negras españolas con un 15% desde el 1 de agosto de 2018. Por tanto, no afecta, al 20% del arancel impuesto por dumping. En total, sumando el arancel a las medidas antisubvención y antidumping, la aceituna negra cuenta en la actualidad con un impuesto aduanero del 35% en dicho mercado.

Un largo proceso

La primera consecuencia de este fallo judicial es que el Departamento de Comercio de Estados Unidos se ve obligado ahora a presentar nuevos argumentos para justificar los aranceles antisubvención en el plazo de 90 días, «argumentos que deben ser aceptados por el tribunal».

En caso negativo, podría haber una sentencia, pero ésta «podría ser recurrida por la Administración Trump, que elevaría su recurso al Tribunal Supremo». Por ello, «en el peor de los casos, podría alargarse todavía un año hasta tener una sentencia definitiva», declara el secretario general de Asemesa, Antonio de Mora. Por tanto, «probablemente hasta 2021 la aceituna andaluza no podría beneficiarse de esa rebaja de 15 puntos en el impuesto arancelario», añade.

No obstante, pese a que los procesos judiciales son «lentos y farragosos», De Mora recalca que «este fallo constituye un hito muy importante, dado que es la propia justicia americana la que ha decidido que los argumentos utilizados para imponer los aranceles a la aceituna negra no se justifican».

En cuanto al arancel «antidumping» del 20%, Asemesa explica que «al cumplir un año de vigencia, la  ley arancelaria de Estados Unidos permite que se pueda solicitar la revisión de dicho gravamen. «Asemesa ha solicitado dicha revisión, pero las dos empresas californianas, también», señala Antonio de Mora, que explica que aparte, la asociación tiene en trámite varios recursos presentados (no por vía judicial, sino ante la Administración americana), por lo que espera que «en la primavera de 2021 tengamos una respuesta, bien sea logrando la eliminación total o una reducción importante del impuesto».

En este sentido, Asemesa apunta que «si logramos eliminar el 15% del impuesto antisubvención y bajar algo el 20% del antidumping, volveríamos a estar en una situación casi normal, pues podríamos recuperar mucha parte del mercado perdida».

Pérdidas económicas

A este respecto, el presidente de la cooperativa Agro Sevilla, líder mundial en exportación de aceitunas negras, Gabriel Cabello, asegura que el daño al sector ya está hecho, pues «los contratos no son mensuales, sino anuales o bianuales, y los que se han perdido, perdidos están». «Otra cosa será que cuando vayamos a renovar esos contratos en los próximos años, nos encontremos con alguna rebaja en el arancel pero, en cualquier caso, países competidores en aceituna de mesa como Marruecos o Egipto siguen siendo más baratos, al no tener aranceles», lamenta.

Cabello asegura que el origen del conflicto está en que «nuestra industria aceitunera ha superado a la industria californiana, pues ellos fueron pioneros en este negocio pero nosotros hemos crecido mucho y eso no es fácil de asimilar», subrayando que «las empresas andaluzas y españolas han hechos sus deberes y hoy en día son más competitivas que las americanas, que la única manera de han encontrado para defenderse ha sido la de poner aranceles superiores al 30%».

Agro Sevilla asegura que esta situación les tiene «muy preocupados», aunque «no pasa por la cabeza de nadie abandonar el mercado americano», enfatiza. Un mercado que representaba un 20% para la compañía y que desde que empezaron los aranceles «han bajado un 40% de las ventas de aceituna negra en Estados Unidos».

La cooperativa, para la que trabajan 4.000 agricultores fundamentalmente de la Sierra Sur de Sevilla, intenta recolocar parte de esa producción «buscando mercados alternativos», trabajando de la mano de la interprofesional del sector, Interaceituna, que apuesta por el sudeste asiático.

En el cómputo del sector, Asemesa cifra las pérdidas económicas de la aceituna negra desde agosto de 2018 entre «65 y 70 millones de dólares», aunque subraya que lo más importante es «la salida de un mercado estratégico que ha costado 50 años o más conquistar».

Una costosa batalla jurídica

Por su parte, la consejera de Agricultura andaluza, Carmen Crespo, se congratula por la decisión que la Justicia norteamericana ha adoptado respecto a los «injustos aranceles impuestos a la aceituna de mesa y que tan gravemente han perjudicado al sector en nuestra tierra», declara.

Asimismo, la titular del ramo ha confiado en que esta fallo judicial suponga «un primer paso para, al menos, la reducción de los gravosos impuestos aplicados» durante este tiempo, que alcanzan el 35% en la actualidad. Desde la prudencia, Crespo destaca que esta sentencia supone «un refuerzo desde la propia Justicia americana a la legitimidad de las ayudas de la Unión Europea (UE) al sector agrario, que la Administración Trump había puesto en duda».

Del mismo modo, la consejera pone en valor el esfuerzo realizado por los empresarios andaluces «que han plantado cara ante una flagrante injusticia, apostando muy fuerte desde un principio para emprender una batalla judicial ante un coloso como Estados Unidos».

El nuevo Gobierno andaluz viene reclamando ante el Ministerio y ante la Unión Europea que los empresarios andaluces cuenten con la ayuda económica en el esfuerzo realizado a pulmón para librar esta batalla.

«A las pérdidas acumuladas por la imposición de estos aranceles se suma el millonario coste jurídico que acumula. La decisión de la Justicia de Estados Unidos puede servir, en este sentido, para que la Unión Europea muestre una mayor sensibilidad y, además, puede sentar precedentes frente a los vetos que sufren otros productos andaluces», concluye Crespo.

Igualmente, el Gobierno de España valora positivamente esta resolución y señala que, desde el inicio del contencioso, la Administración española ha apoyado a la industria de aceituna de mesa española mediante la realización de gestiones políticas y diplomáticas, así como a través del acompañamiento y la asistencia jurídica en defensa de los intereses del sector.

 El Gobierno manifestó en todo momento su absoluta disconformidad con la resolución estadounidense que atribuye a las importaciones españolas causar daños a la industria de aceituna de mesa americana y que cuestiona las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). Unas ayudas que «respetan los requisitos exigidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y no generan distorsiones en el mercado», recalca.

Ámbitos