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Imágenes tomadas de los aviones cargando semillas para la siembra de arroz / J.M. Brazo Mena
Campaña de riego

La falta de agua obliga a perder más de la mitad de la superficie del arroz

Los agricultores podrán sembrar solo el 46% de las 36.000 hectáreas que se cultivan en La Marisma, lo que tendrá efectos económicos y ambientales

3 mayo 2021, 07:00

Como viene siendo tradición, a partir del mes de mayo se inician las siembras del arroz en La Marisma del Guadalquivir. Sin embargo, este año, el cultivo se enfrenta a una campaña especialmente cruda, en la que la falta de agua obligará a los agricultores a dejar sin sembrar «más de la mitad de la superficie arrocera».

Una circunstancia que pone en jaque el principal pilar económico de los municipios del entorno, como Isla Mayor o La Puebla del Río, y que traerá también perniciosos efectos ambientales, pues no hay que olvidar que el arroz es la despensa de las aves de Doñana.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), tras la Comisión de Desembalse celebrada la semana pasada y, a tenor de la situación de los embalses en la cuenca, ha optado por conceder «tan sólo 187 hectómetros cúbicos (hm3) para el cultivo del arroz frente a los 340 hectómetros cúbicos del año pasado», lo que según cálculos preliminares permitiría sembrar «alrededor del 46% de la superficie arrocera», cultivo que en La Marisma copa unas 36.000 hectáreas.

«Actualmente estamos ajustando ese porcentaje a ver a qué superficie podemos llegar, porque 187 hectómetros no se habían dado nunca, siendo la dotación más baja que se recuerda en el sector», declara Eduardo Vera, gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, que afirma que «ya sabemos que con esa agua, por lo pronto, perdemos más del 50% de la superficie arrocera».

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Arroz en Isla Mayor / Nieves Sanz

La situación en La Marisma es «muy preocupante», pero «en la margen derecha del Guadalquivir, que depende al cien por cien del agua del río, pasa a ser dramática, pues los arroceros van a tener muy complicado poder sembrar con esta dotación, porque el río está en malas condiciones y la salinidad está cada vez más arriba».

Por ello, la Junta Central de Regantes de la Margen Derecha del Guadalquivir ha convocado una concentración de protesta para este jueves, día 6 de mayo, en Isla Mayor, en defensa de una mayor dotación de riego para el sector arrocero en la presente campaña agraria.

Rechazo a la dotación

En los últimos 40 años, los agricultores de la margen derecha han dejado de sembrar, total o parcialmente, diez campañas agrícolas, debido a problemas con el agua de riego. Por ello, la Federación de Arroceros de Sevilla manifiesta que apoyará esta protesta, en la que «mostraremos nuestro rechazo a tal dotación», pues, «consideramos que no se está respetando la unidad de cuenca, ya que no hay un recorte proporcional en la dotación de todos los cultivos», señala Eduardo Vera.

Además, critica que «en nuestra dotación nos siguen metiendo el caudal ecológico de mantenimiento del río, pues dentro de estos 187 hectómetros concedidos, 90 son de caudal ecológico, que solo le computa al arroz. Además, desde la Presa de Alcalá del Río hasta Puebla del Río hay 5.700 hectáreas de otros cultivos que también están dentro de nuestra dotación, y llevamos años denunciando esto en Confederación obteniendo la callada por respuesta».

Los regantes insisten en que con esta dotación «resulta prácticamente inviable producir arroz aún reduciendo significativamente la superficie de cultivo, puesto que los agricultores de la margen derecha tendrían que regar con agua salada, incompatible con el cultivo». «Llevamos muchos años pagando agua a precio de oro y es de mala calidad, pues tiene dos y tres gramos de sal por litro, por lo que al final se carga las cosechas», denuncian los agricultores.

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Arroz / Millán Herce

Se trata de la «puntilla» a tres campañas (2018, 2019 y 2020) muy malas para los arroceros: «el año pasado perdimos más de 40.000 toneladas de arroz por problemas con la salinidad del agua, que ya nos afectó también en 2019 y un año antes fueron ataques de pyricularia y de pudenta los que mermaron notablemente las cosechas». «Hay muchos agricultores que lo están pasando muy mal y no hay que olvidar que del arroz dependen también otros muchos sectores en el entorno, como la pesca del cangrejo rojo y la industria creada en torno a este crustáceo», explica el gerente de la federación de arroceros.

El presidente de la federación, Mauricio Soler, insiste también en esta idea, y señala que «un estudio socioeconómico que hemos encargado a la Universidad de Sevilla, pendiente aún de presentar, concluye que son más de 5.000 los puestos de trabajo que dependen del cultivo del arroz y que están en peligro en esta campaña». Por tanto, «si no sembramos, no generamos empleo y no damos vida a La Marisma», recalca.

Además, advierte que se avecina un problema medioambiental, pues «si no sembramos, dejamos sin recursos a la avifauna de Doñana». Y las especies que están aumentando en el parque natural en las últimas décadas (como el morito, la garza imperial, la garcilla cangrejera o la aguja colinegra) «son aquellas que más aprovechan el arrozal», apostilla Soler.

Antecedentes

Esta situación no es nueva. El presidente de los arroceros sevillanos recuerda la campaña 2007-2008, en la que la sequía obligó también al sector a sembrar el 50% de la superficie. No obstante, «en aquella ocasión, con la dotación concedida pasaron más de 20 metros por segundo, de media, por Alcalá del Río durante 120 días. Pero con el agua que nos dan ahora habría para unos 14 metros por segundo y durante sólo cien días». Por ello, asegura que «hay mucha desilusión en el sector, pues hay agricultores que han manifestado que van a sembrar la mitad, pero otros van a tirar la toalla y no van a sembrar nada, pues si pertenece una comunidad que está muy baja su toma, está condenándose otra vez a la ruina».

Esta situación pone además en peligro las ayudas que los arroceros reciben por la PAC, como es el caso del conocido como pago verde o de las ayudas agroambientales. Por ello, la Federación está trabajando con la Consejería de Agricultura, a quien han solicitado «eximir a los productores de arroz del cumplimiento de los requisitos agronómicos y ambientales establecidos para el cobro de estas ayudas», ya que «el hecho de que no sembremos el 100% no es voluntario, sino una causa de fuerza mayor debido a la escasa dotación otorgada por la CHG con motivo de la sequía».

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