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Fresas cultivadas con el sistema hidropónico en Huelva / J.M. Brazo Mena
Frutos rojos

El cultivo hidropónico de la fresa se extiende en Huelva

Con el sistema NGS las plantaciones se desarrollan dentro de un ambiente óptimo, donde reciben el agua, oxígeno y los nutrientes que estos necesitan

4 junio 2020, 11:26

Aunque hasta hace pocos años, el cultivo hidropónico en la provincia de Huelva era puramente testimonial entre los agricultores hortofrutícolas, porque argumentaban que había que contar con suelo suficiente, incorporar una tecnología punta y hacer una importante inversión económica, el sistema NGS se está haciendo cada vez más extensivo al sector onubense de los frutos rojos, por los beneficios que genera en este tipo de cultivos.

El sistema hidropónico New Growing System (NGS) (método recirculante sin sustrato), que se está implantando en fincas de Huelva tiene como ventajas que aumenta la producción, mejora la calidad del fruto y optimiza la fertirrigación. Dependiendo de la tecnología que se elija para la finca, la densidad de plantas por hectárea se puede incrementar notablemente.

Ventajas de este sistema

Otra de las ventajas, en el caso de la fresa es que hace más cómoda la recolección al poder adaptar la altura de las plantas bien por el sistema de mesa o las bandejas colgadas. Esta modalidad requiere de una buena preparación en la instalación para lograr resultados óptimos como por al perforar los sacos que contienen las plantas para el drenaje hay que evitar que las raíces salgan por los agujeros del saco y tener un sistema de precisión para la fertirrigación.

Uno de los agricultores que gestiona unas 12 hectáreas de fresas en el término municipal de San Bartolomé de la Torre, para cuyo cultivo emplea el sistema NGS desde hace una década, es José María Martín Tenorio, quien no duda en calificar como de «positiva» su larga vinculación con esta forma distinta e innovadora de cultivar berries en la provincia onubense.

Aunque Martín Tenorio ha admitido que la inversión inicial para las instalaciones de la fresa con cultivo hidropónico fue «un tanto elevada», (uno de los inconvenientes del sistema), el agricultor onubense reconoce que al final le ha compensado e incluso la ha «amortizado de más».

Estructura y productividad

En cuanto al resto, el agricultor señala que «las estructuras metálicas instaladas bajo los macrotúneles (seis líneas en cada uno de ellos), la fibra de coco que sirve como sustrato y que se encuentra en el interior de las bolsas de polietileno, y el circuito cerrado de riego que da cobertura hídrica a la plantación son los mismos que utilizamos desde la primera campaña».

Sobre la productividad obtenida con el método NGS, el fresero de San Bartolomé se muestra «satisfecho». Explica que «estamos utilizando una media de unas 95.000 plantas en cada campaña y obtenemos una producción final que ronda entre los 55.000 y los 57.000 kilos. En tierra esta misma parcela no pasaría de los 40.000 kilos, al tener que usar un menor número de plantas por hectárea».

Una fresa con mayor calidad y propiedades organolépticas

Con respecto a otras características del sistema, José María Martín ha destacado que la fresa hidropónica «tiene mayor calidad y propiedades organolépticas que la que se produce en el suelo, porque el agricultor puede controlar el desarrollo tanto de las plantas como de las frutas a lo largo de campaña mediante el circuito cerrado de riego. Si requieren más nutrientes se les echa y si tienen exceso de algo, se les quita», añade.

Además, asegura que las fresas que se recolectan en este sistema alternativo siempre presentan una cierta uniformidad en cuanto a su tamaño y textura. Sobre las variedades que se han utilizado en la plantación, «las que más interesan para este sistema son las que generan pedúnculos largos porque facilitan mucho las labores de recolección», concluye.

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