finca-citricos-Cantillana
Finca de cítricos sin recolectar / Agrónoma
Balance de campaña

Los cítricos dejan pérdidas de 174 millones de euros en el campo andaluz

La falta de demanda retrasa la recolección y las altas temperaturas aceleran la maduración de la fruta en el árbol, que acaba tirada en el suelo. Los precios se han mantenido por debajo de los costes de producción incluso en las variedades más tardías

6 junio 2022, 07:12

Si la primera parte de la campaña fue mala, la segunda (que se da prácticamente por cerrada, a falta de los últimos coletazos) ha sido peor, si cabe. Las plantaciones de cítricos siguen teniendo más carga de lo normal para estas fechas. A esto se une el retraso en la recolección debido a la falta de demanda, lo que, unido a las altas temperaturas, está haciendo madurar la fruta más rápidamente, por lo que termina cayéndose al suelo.

Es la situación que ha vivido Antonio Barrera, citricultor que gestiona una finca familiar de cien hectáreas en el municipio de Cantillana (Sevilla), y lleva aparte dos explotaciones más en arrendamiento, cultivando distintas variedades de naranjas, mandarinas y pomelos.

«Es un verdadero desastre. Después de un año entero de trabajo, cumpliendo rigurosas normativas y haciendo frente a la disparatada subida de la energía, los combustibles y los fitosanitarios, nos encontramos con que nuestra fruta no se vende y tenemos que dejarla que se pudra en el suelo», denuncia.

«Para colmo, tenemos que gastar dinero en tratar esa fruta caída, pensando en la próxima cosecha, ya que hay plagas que atacan a la fruta madura -como la ceratitis o mosca de la fruta-, pues el insecto se queda ahí y al año que viene podría atacar a otras variedades cercanas», lamenta, resaltando que «es la peor campaña en años».

Pomelos tirados en la explotación de Antonio Barrera / Agrónoma

Como Antonio, son bastante los agricultores con variedades de naranja Lane Late y Valencia Late todavía esperando en el árbol, pues «lo normal es que en junio ya hayamos terminado la recolección, pero este año terminaremos entre mediados de junio y principios de julio». Queda por ver qué salida tiene y a qué precios se coloca esta última fruta.

El Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, en su último informe, constata que «los almacenes encuentran dificultades para cerrar operaciones», por lo que «la demanda de cítricos permanece ralentizada a pesar del descenso continuado de las cotizaciones».

Y es que el precio de la naranja se vende un 63,2% más barato respecto a la media 2016-2021, y lo mismo ocurre con la mandarina y el limón, que cotizan un 3,8% y un 7,6% por debajo, respectivamente, respecto a la media 2016-2021.
A pie de campo, Antonio Barrera confirma que «la fruta que tiene salida se vende a precios que no cubren siquiera los costes de producción», pues «variedades que otros años hemos vendido a 0,45 euros el kilo, este año se pagan a 0,12 euros el kilo».

El problema es que «la bajada de precios se concentra sólo en origen, pues los precios para el consumidor son prácticamente los mismos que los del año pasado», denuncia por su parte Ricardo Serra, citricultor y presidente de Asaja Sevilla. Así, cuando el precio de un kilo de naranjas en origen ha estado entre 0,10 y 0,12 euros el kilo, en la tienda o el supermercado ha alcanzado un valor entre 1 y 2 euros, dependiendo del establecimiento, lo que supone «hasta un 200% más caro».

parados
Recogida de cítricos en una finca de la localidad de Palma del Río / Agrónoma

Pérdidas económicas

Los precios percibidos en origen por los agricultores han sido muy bajos y en muchas de las variedades tardías se han pagado cotizaciones ridículas. De hecho, «los productores andaluces de cítricos han experimentado un descenso de los ingresos brutos en esta campaña 2021-2022 del 24% sobre la campaña anterior, lo que supone una cifra de 174 millones de euros menos», según el balance efectuado por la organización Unión de Uniones con información de todas las zonas productoras andaluzas. Los ingresos brutos de esta campaña han sido de 544 millones de euros por los 718 de la pasada.

Andalucía representa el 36% de la producción citrícola española. Pero, a nivel nacional, los citricultores han perdido 618 millones de euros en esta campaña respecto a la anterior, al haber descendido los ingresos brutos de los agricultores un 26%.

Por grupos citrícolas, el mayor descenso en la renta, con un 58%, corresponde al grupo de naranjas (sobre todo del tipo Navel: Navelina y Lane Late), con un descenso de 361,4 millones de euros, seguido del grupo de mandarinas con 243,6 millones de euros menos. Los limones pierden unos 13 millones de euros. En pomelos, por el contrario, se produce un aumento de ingresos de poco menos de 1,4 millones de euros como consecuencia de una mayor producción y un mayor precio, según Unión de Uniones.

La campaña

La producción nacional de cítricos se estima en 6,7 millones de toneladas, por debajo de la pasada campaña y de la media de las cinco últimas, con caídas productivas en la Comunidad Valenciana y Cataluña. Por el contrario, en Andalucía, con 2,4 millones de toneladas, se incrementa la cosecha tanto en relación a la pasada campaña como con la media de los últimos cinco años. Además, por tercera campaña consecutiva, el campo andaluz producirá más naranjas que el valenciano.

A este aumento productivo en Andalucía y los bajos precios se suman dificultades en la comercialización. Así, las cantidades exportadas en los primeros cinco meses de la campaña 2021-2022 (que se elevan a casi 1,8 millones de toneladas), se situarían en el nivel más bajo para este periodo de las últimas campañas.

En cuanto a las importaciones, en el primer cuatrimestre (septiembre-diciembre) de la campaña se han importado por la Unión Europea unas 718.008 toneladas de cítricos, lo que representaría un incremento del 9% respecto a la campaña anterior y un 6% más que la media.

cítricos
Cítricos/ Agrónoma

Por países de origen, el que más crece es Sudáfrica, que ha incrementado sus remesas en 95.800 toneladas (+36,2%) respecto a la media de dicho periodo. Argentina también lo hace un 57,6% (+22.300 toneladas), y Marruecos un 4,9% (+2.500 toneladas).

A esto se añade que el consumo de cítricos en hogares durante los tres primeros meses de la campaña 2021-2022 ha descendido para todos los cítricos, siendo la caída en el caso de las naranjas de un 11% respecto a la campaña precedente.

Ante esta situación de falta de demanda y bajos precios, los agricultores han incrementado el volumen de fruta con destino a industria para compensar el bajo ritmo en las operaciones comerciales y evitar así el avance de la maduración de la fruta en el campo.

Ley de la Cadena

La campaña de cítricos ha puesto de manifiesto «la debilidad de la Ley de la Cadena Agroalimentaria», critica el presidente de Asaja Sevilla, pues los precios «han estado muy por debajo de los costes productivos», especialmente este año, cuando el campo ha sufrido una incesante subida del precio de los insumos agrarios.

Así, son varias las organizaciones que han pedido a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que investigue si se ha producido un incumplimiento de la mencionada ley, ya que los precios recibidos por los productores se situarían en una media de entre 0,09 y 0,14 euros por kilo, muy por debajo de los costes de producción que se sitúan en los 0,30 euros/kilo.

Cabe recordar que la Ley de la Cadena obliga a que los precios a que se venda cualquier producto alimentario cubran al menos los costes de producción y que no haya ventas a pérdidas. Por ello, Serra critica que «muchos agricultores se han visto obligados a mentir en su propio perjuicio, pues si querían vender sus naranjas, aunque fuera a precios de ruina, tenían que admitir que sí cubrían sus costes, aun siendo completamente falso».

La campaña, de principio a fin, «ha sido una catástrofe», concluye Ricardo Serra. Los precios en el campo se han desplomado y, lo que es peor aún: en muchos casos, la fruta no encuentra salida a ningún precio. «Están volviendo situaciones de renegociación de contratos, entregas ‘a lo que salga’ y sin precio cerrado y mucha fruta se queda irremediablemente en el campo».

Ámbitos