Por 68 votos a favor y 55 votos en contra, el Parlamento catalán ha aprobado la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que supone la prohibición de las corridas de toros en Cataluña a partir del 1 de enero de 2012. Entre vítores de los abolicionistas y lágrimas entre los taurinos presentes en el hemiciclo, la cámara ha hecho suyo el rechazo a la Fiesta de los animalistas tras un debate centrado tanto por los detractores como los defensores de la iniciativa en el carácter identitario de la prohibición. [Así hemos contado la sesión en directo]
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Tanto CiU como Esquerra se esforzaron en demostrar su fe en la catalanidad de la tradición taurina, un argumentario que no convenció ni a Ciudadanos, cuyo portavoz señaló la incoherencia de prohibir las corridas de toros mientras se blindan los “correbous” o los “bous embolats” .
Tanto es así, que el presidente de la Generalitat, José Montilla, se ha apresurado a hacer una declaración pública tras la votación para dejar claro que había votado en contra de la prohibición. “Creo en la libertad y hubiera preferido que la sociedad evolucionara pausadamente”, argumentó Montilla, quien sin embargo dio libertad de voto a sus diputados.
La incógnita del reparto de fuerzas en los grupos mayoritarios se resolvió, finalmente, con tres votos a favor de la prohibición entre las filas socialistas, los de Antoni Comín, Josep Maria Balcells y Nuria Carreras, y tres abstenciones, entre ellas el consejero Antoni Castells y el portavoz adjunto del Grupo Socialista Joan Ferran, además de la diputada Rosa Ferré.
Entre las filas convergentes se ha impuesto ampliamente el sí a la votación encabezado por su líder, Artur Mas, aunque también ha habido excepciones. Seis abstenciones, las de los diputados Mertixell Ruíz, Rosa Fortuny, Irene Rigau, Agustí López, Eduald Casasús y Miquel Nadal. Y cinco votos en contra de la prohibición, los de Santi Vila, Ramon Espadaler, Francesc Sancho, Antoni Fernández Teixidó y Anna Miranda.