Más de 150.000 soldados (73.000 norteamericanos y 83.000 británicos y canadienses) formaron el ejército aliado que desembarcó en las playas de Normandía el 6 de junio de 1944, en una reconquista que continúa siendo, 66 años después, la mayor operación de invasión por mar en la historia, ya que casi tres millones de soldados cruzaron el Canal de la Mancha, desde Gran Bretaña hasta la Francia ocupada, entre el 6 de junio y el 25 de agosto.
Un momento y un lugar donde la valentía y el altruismo de unos pocos pudo cambiar el curso de todo un siglo
«Un momento y un lugar donde la valentía y el altruismo de unos pocos pudo cambiar el curso de todo un siglo», aseguraba el propio Barack Obama hace un año en Normandía, en una visita con motivo del 65 aniversario del desembarco que calificó como «la victoria del bien sobre el ma».
Supremacía aérea
Una victoria comandada por el general Eisenhower, que se produjo gracias a la supremacía aérea anglo-norteamericana: «Sin la supremacía adquirida en el aire, no hubiera sido posible que cuatro mil barcos aliados, acompañados por miles de embarcaciones más pequeñas, se acercaran a las costas normandas», podía leerse en la información de este periódico sobre el desembarco.
Los aviones aliados destrozaron la mayor parte de los puentes sobre el Sena y el Loira, impidiendo que los alemanes pudieran enviar refuerzos a Normandía. «Diez mil toneladas de bombas fueron arrojadas, o sea, diez millones de kilos, y parece casi imposible que las baterías costeras resistan semejante presión».
En la Operación Overlord murieron 68.000 soldados aliados y 150.000 alemanes
El parte alemán, enviado desde el cuartel general del Hitler el 6 de junio, aseguraba que el ejército alemán aún luchaba «encarnizadamente a lo largo de la costa, en los puntos de desembarco». Mientras Churchill informaba de que «los numerosos peligros y dificultades que hasta ayer por la noche perecían formidables, se encuentran ahora detrás», declarando, además, que la travesía por mar se había efectuado con muchas menos perdidas de las que esperaban.
Sin embargo, en las primeras horas del desembarco en la legendaria playa de Omaha, las más difícil de ocupar, más de 9.000 soldados aliados murieron a causa de la defensa alemana. Una cifra que aumentó, hasta el final de la operación el 25 de agosto de 1944, hasta los más de 68.000 muertos y cerca de 148.000 heridos. Una cifra muy inferior a la de fallecidos en el ejército alemán: 150.000.
«La hora de la liberación se acerca»
«Aún cuando el asalto inicial no haya sido hecho en vuestro país, la hora de la liberación se acerca. No expongáis vuestra vida en vano; esperad que os dé la señal para levantaros a atacar al enemigo», comentaba Eisenhower el mismo 6 de junio en una alocución por radio al pueblo de Europa.
El 25 de agosto, después de la retirada de los restos del ejército alemán, las fuerzas aliadas cruzaron el Sena y liberaban París. Entre las tropas que desembarcaron en Normandía, se encontraba la 2ª División Blindada del general Jacques Leclerc, cuya 9ª Compañía estaba formada íntegramente por republicanos españoles.