Aunque todavía no se haya materializado formalmente la fusión de Caja Madrid con Bancaja, junto a las de Segovia, Ávila, Insular de Canarias, Laietana y Rioja, la vista de los dos líderes de esta alianza, Rodrigo Rato y José Luis Olivas, ya está puesta más allá de este macroproyecto. En concreto en la intervenida CajaSur.
La adquisición de la red de oficinas de la entidad cordobesa era una alternativa que ya estudiaban por separado, y ahora no va a ser menos, después de que vayan a constituir la primera caja española. Fuentes financieras consultadas por ABC apuntan incluso la posibilidad de que pudieran optar a la absorción total de CajaSur. Una operación, además, a la que el Banco de España no pondría pegas, aunque a priori parece que la caja andaluza no va a tener demasiados problemas para resolver su futuro, porque ya hay demasiados novios en la puja, según fuentes próximas a la operación.
El próximo 21 de junio finaliza el periodo para que las entidades interesadas en el negocio presenten sus ofertas al Banco Nomura, que gestiona este proceso. La subasta se abrirá en el mes de julio y el nuevo SIP formado por Caja Madrid y Bancaja tiene previsto abordar la posibilidad de sumar los 18.000 millones de euros en activos que suma la caja andaluzaintervenida y así consolidar su posición como primera caja del país, por encima de La Caixa.
Caja Madrid y Bancaja podrían entrar en liza junto a la aragonesa Ibercaja y la vasca BBK, que todavía no han protagonizado ningún movimiento corporativo en la última oleada de fusiones e integración, sin olvidarnos de las andaluzas Unicaja y Cajasol.
Asimismo, Caixa Ontinyent, la penúltima caja por volumen de activos, ha sido invitada a formar parte del SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja que tendrán aproximadamente el 90% del banco en torno al cual se agrupen las siete cajas. De ese 90%, el 58% estará en poder de Caja Madrid y un 42% será propiedad de Bancaja.
Reuniones el lunes
Pero de momento, el lunes se deben reunir los siete consejos de esta alianza para ratificar su fusión e inmediatamente presentar al Banco de España un plan económico con las ideas generales para detallarlo en un plazo máximo de dos semanas. De ese modo, se dará tiempo a la comisión ejecutiva del supervisor para que pueda aprobarlo y enviarlo a Bruselas para que dé su aprobación a la ayuda estatal que se pida. En principio, si no hay más incorporaciones, se pedirían 4.500 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Cierre de oficinas
No se debe olvidar que para que se le otorgue el consentimiento de esas ayudas debe presentarse un plan serio y riguroso de reestructuración. Es decir, que nadie cuente con que apenas va a haber cierre de oficinas o reducciones de las sedes centrales y de plantillas en general. En eso, tanto el Banco de España como el FROB van a ser muy exigentes.
En las primeras estimaciones que han realizado los dirigentes de esta macrofusión, se van a obtener unas sinergias de unos 2.000 millones de euros durante los primeros cinco años.







