
AFP
Casillas, con su nuevo look
Se acabó la calma. Los jugadores están como potros por saltar al campo. Y hay movimientos de todo tipo. En la enfermería respiran porque Iniesta está recuperado y porque Sergio Ramos se entrenó con normalidad en el Ellis Park, el escenario el encuentro. Quizás precise de una pequeña ayuda de los doctores en forma de infiltración para evitar que las molestias en el costado distraigan el rendimiento del lateral del Real Madrid.
También se ha retocado Íker Casillas. Ha echado un vistazo al neceser y ha agarrado la cuchilla de afeitar para acabar con la barba que lucía de un tiempo atrás hasta hoy. ¿Simple comodidad? ¿Superstición? Ahí está la decisión. Un giro para ahuyentar la mala fortuna. La derrota ante Suiza no ha hecho mella en la moral de los jugadores, pero es el momento de poner un plus de cinco sentidos al partido contra Honduras y a los sucesivos.
Puyol reconoció que el equipo está listo y que no caerá en la precipitación porque la selección no hizo nada malo. Del Bosque, por su parte, señaló que “prefiero estos partidos de máxima intensidad aquellos que parecen fáciles. Sabemos que nos tenemos que esmerar. Honduras no se va a conformar con lo que hizo con Chile”