Expectación y júbilo en el interior del ayuntamiento

G.M.A

Caravinagre, Ganuza, Barcina y Alcalde, en el interior del ayuntamiento

A las doce del mediodía, Ganuza salía al balcón. En los laterales, el kiliki Caravinagre y el cabezudo Alcalde. Y tras el grito de " ¡Pamplonesas, pamploneses! ¡Viva San Fermín! ¡Iruñatarrok, gora San Fermín! (¡Orgulloso de ser pamplonés, viva San Fermín!)”, resumía sus sensaciones con concisión y los ánimos templados: “Creo que he estado bastante tranquilo a pesar de la emoción. Ha habido unos momentos de espera antes de que diera la hora en los que sí me he puesto algo nervioso. Miraba a toda esa gente esperando en la plaza… Ha sido muy bonito y he disfrutado mucho viendo a los mozos. He gritado todo lo que he podido para que me se oyera”.

Lejos de colgarse medallas, el presidente de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos insistía en que lanzar el Chupinazo era un homenaje a todas las personas que han estado vinculadas durante los 150 años a la entidad. “Todos los reconocimientos que estamos recibiendo son muy importantes para nosotros. Y lo de hoy es la contestación a la labor de la Comparsa, que cuenta con una trayectoria intachable. Había estado varios años en el ayuntamiento viendo el Chupinazo y está claro que hoy ha sido todo diferente. Era el centro de atención. Pero aunque yo he lanzado el cohete, esto es un premio a quienes han colaborado con nosotros durante años”, apuntó Ganuza.

El último Chupinazo de la alcaldesa

La alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, también vivió con especial intensidad el lanzamiento del cohete. No en vano, éstos serán sus últimos Sanfermines como primera edil de la capital navarra, ya que se presentará como candidata de UPN a la presidencia del Ejecutivo foral en las elecciones de 2011. Barcina trataba de atender a las decenas de personas que se le acercaban para felicitarle las fiestas. Y para todos tuvo una sonrisa.

“Los Sanfermines de 2010, como su nombre indica, espero que sean unos Sanfermines 10, de sobresaliente. Todos los años las fiestas son diferentes, no hay unos Sanfermines iguales a otros. Pero tengo la sensación de que estas fiestas van a ser especiales. Estar en muchos de los actos más emblemáticos por última vez como alcaldesa, despedirme de este balcón consistorial, de la procesión… El día 6 tiene magia. Siempre se sienten nervios y una emoción contenida. Significa mucho salir al balcón para el Chupinazo. Hay tal alegría en todos los pamploneses que convierten este día en algo único. Se ve que son unas fiestas universales, a las que viene gente de todos los rincones del mundo”, subrayó visiblemente alegre.

Barcina insistía en ceder el protagonismo a Ganuza y mencionó en varias ocasiones el especial cariño que sienten los navarros por la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. “Nos ha dado muchos momentos de magia tanto a los más pequeños como a los mayores. Este año, la Comparsa tendrá un protagonismo especial porque significa mucho paras las fiestas y es uno de los pilares de la tradición. No me puedo imaginar lo que supuso para Pamplona la creación de este grupo hace 150 años en una ciudad aún amurallada y de calles angostas. Había ganas ya entonces de transmitir la magia de los Sanfermines. Y eso lo han ido logrando incluso después de abrirse la ciudad, que ahora es más cosmopolita. La Comparsa es única y me considero muy afortunada de que, en mi último año como alcaldesa, pueda contar con su presencia”, resaltó.

Para Barcina, lo más especial de los Sanfermines “es la hospitalidad de los pamploneses, la alegría compartida, el saber disfrutar de unos momentos inolvidables y de muchos actos que no se pueden repetir en ningún otro lugar del mundo”. Así que lanzó un mensaje a todas aquellas personas que jamás han conocido estas fiestas: “Los encierros, la procesión, el propio Chupinazo… Yo recomendaría a las personas que vienen de fuera que estén al lado de un pamplonés, porque van a vivir momentos únicos”.

Y tras recordar que durante los próximos nueve días la política “quedará aparcada”, mostró su predilección por el cabezudo Alcalde. “Si me tengo que quedar con alguno de los gigantes me quedaría con el alcalde… Ahora a ver si hacen uno de la Alcaldesa…”, ironizó.

El punto culminante de la mañana tuvo lugar en uno de los despachos del consistorio, cuando un grupo artesanos navarros hizo entrega al presidente de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de una escultura que representa a la Reina Europa. Fue un gesto especialmente emotivo y el broche perfecto para una mañana que ni Ganuza ni Barcina olvidarán.