El pasado mes de mayo, la Biblioteca Nacional de España sufría un cataclismo que removía sus centenarios cimientos con la decisión de su directora, Milagros del Corral, de abandonar su puesto al no estar conforme con la degradación (pasar del rango de dirección general a subdirección del Ministerio de Cultura) que el Gobierno imponía a la institución, en aras de un más que discutible ahorro del gasto público. A Del Corral se le ofreció entonces un contrato de alta dirección, pero no dio marcha atrás a su decisión en ningún momento. «Como rectificar es de sabios, yo sólo me quedaría como directora si el Gobierno revoca su decisión y no la convierte en subdirección general, pero sé que es muy difícil que esto suceda», afirmó entonces Del Corral. Finalmente, su último acto como directora de la BNE fue el pasado 6 de mayo, en la presentación de una conferencia en la que el escritor Luis García Montero habló de los libros que han marcado su vida.
Quince días después, el 21 de mayo, Ángeles González-Sinde comparecía ante el Senado para explicar la situación que vivía la Biblioteca y, ante sus señorías, argumentó que «no hemos tocado a ninguna persona; la persona decidió abandonar el barco. Le faltó tiempo, sinceramente, para abandonar la institución que decía defender sin atender a razones, sin querer escuchar alternativas ni ahondar; se marchó y dejó el puesto». A continuación, la responsable de Cultura aseguró que cuando se decidió otorgarle el rango de dirección general a la Biblioteca, «seguramente tenía un sentido, pero con el tiempo ha ido quedando una figura y un rango administrativo que no correspondía, que no era necesario». Dentro de la casa, la noticia sentó muy mal, tanto en el seno del personal de la Biblioteca, como en el Patronato que le da vida. El mundo de la cultura, con Vargas Llosa, Muñoz Molina y Luis García Montero a la cabeza, publicó un manifiesto que en pocas horas suscribieron más de mil personas. La movilización en las redes sociales a favor de Del Corral ganó en pocos días miles de seguidores.
Miembro del Patronato
Ahora, será este mismo Patronato quien mañana viernes decidirá si aprueba o no la propuesta que ayer hizo pública en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo de Santander la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, quien ya tiene el nombre de la persona que quiere que sustituya a Milagros del Corral. Se trata de Gloria Pérez-Salmerón, que de hecho también forma parte del citado Patronato, en virtud de su cargo como presidenta de la Federación Española de Sociedades de Archivística, Biblioteconomía, Documentación y Museística (Fesabid).
Pérez-Salmerón ofrece un perfil muy técnico, que ha desarrollado muy especialmente en el ámbito de la biblioteca pública y en el campo de la biblioteconomía, sobre todo en distintos cargos en Cataluña, dato de gran importancia también, la llamada cuota catalana, siempre de agradecer en estos momentos de debate estatutario.
Este perfil de profesional puntera y respetada en su ámbito será, sin duda, idóneo según la ministra de Cultura para continuar la ingente labor de modernización y digitalización que la Biblioteca Nacional de España ha desarrollado durante la dirección de Milagros del Corral. Igualmente, es de destacar la experiencia internacional de Pérez-Salmerón, bien conocida en el ámbito de los expertos bibliotecarios, ya que la Biblioteca Nacional es una de las instituciones más importantes del mundo en su género y en estos momentos está inmersa en varios procesos de colaboración fuera de nuestras fronteras.
En declaraciones recogidas por Efe, la ministra, que ayer inauguraba el XXVI Encuentro sobre la Edición «El futuro de la edición: papel y e-book», destacó en la universidad veraniega cántabra que «Gloria Pérez-Salmerón conoce muy bien la casa y es la persona adecuada para encarar el tercer centenario de la institución que se celebrará en 2011. Además, por su experiencia será de gran ayuda en este momento de transformación de lo analógico a lo digital».






