Hoy ha sido un día normal en las playas de la región holandesa de Zelanda, con la novedad de que al calor y al sol típicos de esta época del año (también aquí en ocasiones, pueden creerme) se ha unido la presencia indispensable de todo tipo de cosas de color naranja: desde las clásicas camisetas, ya sean oficiales o simplemente lisas pero de ese color, a las banderitas en los coches pasando por todo tipo de accesorios para las imprescindibles bicicletas que son el auténtico símbolo de este país....pero lo más curioso sin duda son las ristras de banderines triangulares de color naranja con que muchos holandeses han decidido adornar los impecables jardines de sus casas en apoyo a su selección nacional de fútbol.
Otra de las novedades es que la jornada de playa ha tenido que terminar necesariamente antes para volver a casa a tiempo para darse un ducha y juntarse con los amigos para ver el partido en las plazas y en pantallas gigantes aunque, como suele ser habitual, los enormes atascos han acompañado esta tarde de domingo a los holandeses en su regreso a ver el partido, sobre todo en los alrededores de Breda y otras grandes ciudades, lo que no ha impedido la celebración de los prolegómenos del partido ya que se podían ver globos naranjas atados a las ventanillas de los vehículos. Holanda era hoy casi casi de color naranja.
