Son ya muchos los años que Barcelona carece de una regata importante en sus aguas. Este año, gracias al Circuito Audi MedCup, la ciudad condal puede entrar en el mapa mundial de la vela. No eran muy halagüeñas las previsiones de viento, pero de ahí a no tener una mínima intensidad para que se muevan los barcos, va un abismo. El ridículo puede ser memorable.
Ayer, a pesar de que María Torrijo se empeñó en esperar a que entrara, aunque hubiese sido una pequeña brisa, fue imposible dar una salida a los TP 52, que tenían que haber celebrado su primera jornada de competición. El campo de regatas tenía una intensidad de viento entre los tres y los cuatro nudos con mínimos roles de diez grados. Los barcos, al pairo mientras que el equipo del Comité de Regatas se dejaba la piel —más que nada por el calor y el sol— para intentar montar un campo en el que regatear. Se veía venir que el día no estaba para muchas florituras porque cuando sacas la cabeza por la borda del barco y la cara se refleja en el mar, malo.
La nota negativa
La culpa no es de nadie, aunque la decisión de navegar en el campo olímpico en estas fechas no ha sido la más acertada. El Circuito Audi MedCup está lleno de figuras de la vela y tienen una visión positiva del campo de regatas de la ciudad, pero si esto sigue así no habrá quien evite que este evento sea comparado con los peores momentos vividos en Portimao (Portugal) durante tres años. Este 2010 le ha dado al Circuito Audi MedCup dos grandes regatas como las que se celebraron en Cascais (Lisboa), donde el viento no bajó de los 15 nudos, y el de Marsella (Francia), donde sobrepasó los 30.
El listón está muy alto, altísimo, y Barcelona se juega mucho más que su prestigio marinero si alguien no pone remedio a estas calmas cambiando las fechas del evento. Políticamente han dado la nota, que es un cero. Los regatistas lo tienen claro. Ayer estuvieron flotando en el agua con los toldillos puestos para parapetarse del fuerte calor durante más de tres horas. María Torrijo lo intentó en varias ocasiones, pero la meteorología no fue justa con ella.
Es valiente la PRO del Circuito Audi MedCup y no se desanima ni cuando sus balizadores la cantan menos de cuatro nudos de viento. Los equipos la provocaban colocando sus proas rumbo a la bocana del Puerto de Barcelona, pero ella quería agotar su tiempo y continuaba esperando el milagro, que se produjo cuando a las cuatro y media de la tarde mandó a la flota a casa. El aplauso fue memorable y eso que no se había regateado.
Para hoy, el parte meteorológico no es mucho mejor, pero se volverá a intentar dar tres salidas. El morbo está en comprobar como se las va a arreglar el líder de la clasificación general, el «New Zealand» para seguir ganando mangas con tan poco viento. Hasta ahora han demostrado que con mucha intensidad son casi imbatibles. Igual esto le viene muy bien al «Bribón», que con poco viento parece que se defiende mejor. Eso si son capaces de amarrar una buena salida, porque la que hicieron en la regata de entrenamiento del pasado martes no demostró que hubieran mejorado en este arte.
El fantasma de Portimao está sobrevolando Barcelona.






