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A dos años exactos del comienzo de los Juegos Olímpicos de 2012, Londres se avanza ligeramente a los plazos de ejecución de las obras. Con el estadio olímpico en fase de colocación ya de los asientos y a falta casi solo de la instalación de las planchas que componen la fachada, el área regenerada del este de Londres en el que tendrán lugar los JJ. OO. presenta ya su futuro perfil.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, presidió este martes la presentación del estado de las obras, con un paseo en bicicleta en la pista del velódromo, edificio que quedará completamente concluido en enero de 2011. La mayoría de las instalaciones deportivas estarán listas el próximo verano para poder albergar ya competiciones que pongan a prueba sus condiciones.
Parte de la presteza británica en completar el escenario de los JJ. OO. se explica en que no es un proyecto faraónico. Al principio hubo críticas por la poca ambición de un estadio en parte desmontable (tendrá sitio para 80.000 espectadores; después de 2012 quedará reducido en uno para 25.000), pero ahora se aprecia su falta de aparatosidad. La única construcción llamativa es el centro acuático, diseñado por la arquitecta Zaha Hadid.
A pesar de que desde el comienzo fue un proyecto realista, la crisis económica disparó el presupuesto, finalmente fijado en 9.300 millones de libras (unos 11.000 millones de euros). El principal desequilibrio lo ha constituido la villa olímpica, concebida en un principio como promoción privada de pisos pero que debido a la crisis ha tenido que contar con financiación pública.
Con el calendario de obras y el presupuesto controlados, ahora la atención pasa a las cuestiones operacionales, de las que es responsable el ex atleta Sebastian Coe. La capacidad organizativa de los eventos deportivos se da por descontada y también se estima que las cuestiones de seguridad podrán ser bien llevadas por Scotland Yard. La principal duda sería la suficiente adaptación del transporte de la capital británica, que si bien afronta normalmente una gran cantidad de viajeros, lo hace con frecuentes incidencias. En este sentido, una reciente encuesta indica que el 55% de los londinenses cree que el transporte no estará a la altura necesaria, frente a sólo el 9% que estima que funcionará a la perfección.
Crece el apoyo popular
El apoyo entre los británicos a los JJOO va en aumento. Ya la concesión de la candidatura fue acogida con entusiasmo, y hoy Londres 2012 cuenta con los parabienes del 73 por ciento de los ciudadanos. Con todo, de momento no se ha producido la ola de voluntarios olímpicos que pretendían las autoridades. El modo de querer quedar bien ante el mundo, más que en una calurosa acogida de los eventos, los británicos lo centran en su capacidad organizativa y en su excelencia en el “entertainment”, con famosos cantantes, actores y directores que protagonizarán las ceremonias de apertura y clausura.
En el terreno deportivo, la preparación de los JJOO no está suponiendo una mayor práctica deportiva entre la población. No obstante, la atención a los atletas de élite está elevando la expectativa de medallas, de forma que Gran Bretaña aspira a ser el tercer país en premios, por delante de Rusia (en Pekín los británicos lograron 19 medallas de oro y los rusos 23, si bien en anteriores JJ. OO. Gran Bretaña quedó en posiciones mucho más retrasadas).