Dos jubilados dan una paliza al repartidor de pizzas, golpeándole con sus bastones junto a un portal, mientras un tercero aprovecha para comerse la mercancía que el joven transportaba en la moto. Otro anciano pasea a su mujer en silla de ruedas hasta que, cansado del esfuerzo, decide arrojarla junto al contenedor de basuras, ante el estupor de los viandantes que corren a auxiliarla.
Son escenas de la serie belga de humor «Benidorm bastards», que amenaza con aterrizar ahora en la parrilla de alguna cadena española de televisión: la productora madrileña Four Luck Banana ya trabaja en la adaptación de este formato.
El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, remitió ayer a esta productora una queja formal, en la que le pide que valore la posibilidad de cambiar el «tan poco afortunado» título de la serie, para evitar la «proyección negativa» que supone asociar el término «bastardo» con «un destino turístico de primer orden». En caso contrario, advierte el regidor, el Ayuntamiento tomará «las acciones legales que en derecho proceda» para preservar el buen nombre de la ciudad.
Llega a Francia y Holanda
«Benidorm bastards» —cuyo título podría traducirse de forma benévola como «Los gamberros de Benidorm»— da una vuelta de tuerca al clásico programa de cámara oculta: en este caso, los ancianos son los protagonistas —de ahí la alusión a la «Meca» del turismo del Imserso— y los jóvenes los burlados.
De hecho, quienes actúan como «ganchos» para perpetrar las bromas ante la cámara oculta no son actores, sino jubilados reales, que han sido seleccionados mediante un «casting». La serie se emite desde hace meses en la televisión belga con cierto éxito y la productora Four Luck Banana, que prepara varios proyectos para la Cuatro del Grupo Prisa, ha comprado los derechos para adaptarla a la televisión española. De hecho, varias cadenas se han interesado ya por su posible emisión.
No sólo eso, sino que el formato también ha sido adquirido
para su emisión en distintos canales de la televisión holandesa y francesa, mientras que también se han interesado por hacerlo televisiones de Italia, Alemania y los países escandinavos. Algo que preocupa especialmente al Ayuntamiento de Benidorm, por la equívoca imagen que se puede ofrecer de la ciudad en toda Europa.