El director estadounidense Woody Allen, que en su última película "Midnight in Paris" ha contado con la primera dama francesa Carla Bruni, asegura que la esposa de Nicolas Sarkozy fue "muy profesional" durante el rodaje.
"La señora Bruni ha interpretado tan bien el papel que le propuse, el de una guía del museo Rodin, que cada uno de sus fotogramas aparecerá en la película, no se quitará nada", agrega el cineasta en una entrevista publicada hoy por el diario italiano Corriere della Sera.
El director se refiriere además a los rumores que corrieron durante el rodaje y en los que se apuntaba, entre otras cosas, a los supuestos celos de Sarkozy por las escenas que su esposa compartía con el protagonista del filme Owen Wilson, así como a las dificultades de Bruni para actuar.
Allen subraya que el rodaje se desarrolló "sin problemas ni escándalos" y comenta que "fue todo muy sencillo y agradable". Sobre la presencia del presidente francés en el plató, el director de filmes como Annie Hall (1977) o Match Point (2005) explica que tenía curiosidad por ver actuar a su esposa y que pudo seguir el rodaje a través de los auriculares, tras lo que quedó muy satisfecho.
¿París o Nueva York?
Sarkozy tenía curiosidad por ver actuar a su esposa y pudo seguir el rodaje con auriculares
Por otro lado, preguntado por la posición de apertura adoptada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre la posibilidad de construir una mezquita cerca de la "zona cero" en Nueva York, el cineasta asegura estar "entusiasmado". "Es una gran idea tanto para la gente como para nuestra democracia -considera Allen- Un gesto que no debe interpretarse equivocadamente como un apoyo al terrorismo. Éste es un argumento que esgrimen los republicanos que distorsionan los hechos para poder atacar a Obama, mientras él hace una cosa extremadamente estadounidense: Defender la libertad religiosa de todos".