La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) empezará a operar el mes que viene en la que será su sede definitiva en el distrito tecnológico del 22@ de Barcelona, y que ha supuesto una inversión de 62, 5 millones de euros. El complejo, formado por un edificio nuevo y una antigua fábrica textil rehabilitada —Can Tiana—, será utilizado por la CMT, cumpliendo las previsiones.
La nueva sede, ubicada muy cerca de la Torre Agbar, contará con un total de 12. 200 metros cuadrados distribuidos en un edificio corporativo de diez plantas y un anexo de pasado fabril —catalogado como patrimonio industrial por el Ayuntamiento de Barcelona— que albergará un auditorio para 330 personas, una sala de reuniones y una guardería para los trabajadores. Del total de 62, 5 millones de presupuesto del proyecto, 37 proceden del Estado, que ha pagado a la CMT esta cifra en compensación por la cesión a Patrimonio del Estado de la antigua sede de la CMT en la calle Alcalá de Madrid. El resto del importe procede de los fondos propios de la CMT. El solar y el edificio en construcción se han adquirido al Grupo inmobiliario Castellví. El proyecto básico ha sido redactado por Batlle i Roig Arquitectes y
La CMT está ubicada en l ciudad de Barcelona desde noviembre de 2005, pero en una sede provisional, en alquiler en la Torre Mapfre de la Vila Olímpica. El 22@ es un distrito que integra a empresas dedicadas al sector de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías, así como universidades, centros de formación contínua, centros de investigación y de transferencia de tecnología.
Un distrito con historia La zona donde se ubica la nueva sede de la CMT acogió durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX las fábricas de la industria textil. Esta zona industrial ha sido recuperada por las instituciones locales y actualmente es el distrito que constituye el nuevo centro tecnológico de Barcelona.
Los terrenos donde se sitúa el nuevo edificio
de la CMT fueron adquiridos originariamente por un industrial textil, Josep Canela i Recasens, en 1896, con el objetivo de construir una cuadra en la planta baja y cuarto de máquinas y calderas y chimenea, para la instalación de una fábrica de tejidos. El proyecto contemplaba una única nave de planta baja, que posteriormente se amplió con otras naves e instalaciones.
