Primer alivio serio y creíble en las cuentas del Estado. En lo que va de año, hasta el cierre del mes de julio, el déficit público se redujo hasta los 25.774 millones de euros, un 2,44% del PIB. En otras palabras, un 48,2% menos que hace un año, cuando el desequilibrio fiscal era de 49.801 millones. Eso sí, los analistas no dudan en hablar de descenso edulcorado por el positivo efecto recaudador de los impuestos. Sobre todo del IVA, que disparó los ingresos por el adelanto de las compras ante la subida generalizada de sus tipos.
Así, y por quinto mes consecutivo, el IVA se convierte en el balón de oxígeno de las arcas públicas. Hasta julio, y según los datos de ejecución presupuestaria publicados ayer por el Ministerio de Economía, el principal impuesto indirecto reportó unos ingresos de 31.900 millones, un 42,2% más que en el mismo periodo de 2009. Y eso que los nuevos tipos, vigentes desde el pasado 1 de julio, todavía no han sido contabilizados. Esa subida no se reflejará hasta agosto, septiembre y octubre, cuando las grandes empresas y las pymes proceden a la liquidación de esta tasa.
Por tanto, ese incremento de la recaudación del IVA responde más a un juego de fechas en la agenda de Hacienda. Primero, y especialmente, a ese efecto de adelanto del consumo de los hogares ante el nuevo IVA. En segundo lugar, al descenso de las devoluciones respecto al año pasado: en el ejercicio anterior convivieron los reembolsos anuales y mensuales y dejaron temblando el balance del Estado. Además, el aplazamiento del pago de este impuesto en meses anteriores repercutió ahora de forma positiva en los ingresos estatales.
Quizá por eso las fuentes consultadas advierten de que estos espectaculares datos no se mantedrán en el corto plazo. «Se ha inflado la recaudación del IVA y lo lógico, con la actual coyuntura, es que se modere en los próximos meses», dice César Cantalapiedra, de Analistas Financieros Internacionales (Afi). En este sentido, el Ejecutivo socialista
estima en un 5% los ingresos brutos del IVA atribuibles a «la mejoría de la actividad económica».
La mejora del consumo privado ha permitido un ligero repunte de le economía, y explica en gran parte el avance trimestral del PIB en un 0,2%. Sin embargo, los expertos señalan que ese incremento de la demanda interna estuvo motivado por medidas de estímulo como los incentivos a la compra de automóviles y que, por lo tanto, el consumo se contendrá o incluso bajará en los próximos meses. Como consecuencia, la recaudación por el IVA también se moderará en el tercer y cuarto trimestre del año.
Otro de los impuestos que según los datos de Economía están contribuyendo al equilibrio de las arcas públicas es el IRPF, cuyos ingresos aumentaron un 5,3% interanual gracias a la supresión de la deducción de los 400 euros, la subida del tipo de retención aplicable a las rentas del capital del 18% al 19% y el menor número de devoluciones. Impuestos especiales como los que gravan el consumo de tabaco (sube un 7,9%) y los hidrocarburos (4,4%) también ayudaron en ese sentido. El de Sociedades —aplicado a la actividad empresarial—, aunque modera su preocupante caída, retrocede un 9,8% en comparación con los siete primeros meses de 2009.
Menos gasto público
En total, y hasta julio, los impuestos directos e indirectos han permitido recaudar 95.937 millones de euros, el 92,1% de los ingresos totales del Estado, que ascienden a 104.166 millones, un 10,4% respecto al mismo periodo del año pasado. La principal sorpresa ha llegado este mes, sin embargo, por el lado de los gastos de las administraciones públicas. Por primera vez desde enero de 2009, Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos consiguieron reducir sus pagos. Lo hicieron un 2,5% interanual,sumando 106.011 millones al cierre de julio.
Ese retroceso se produjo, de forma más notable, en los capítulos de transferencias corrientes y de capital, sobre todo a los servicios
públicos de empleo —que pagan las prestaciones por paro—, que descienden de 9.508 a 6.843 millones en un año; a ayuntamientos, un 14% menos, y a los sectores públicos (caen un 29,7%) y privado (un 23,2% menos). También la menor inversión, sobre todo en los ministerios de Fomento (cae un 4,7%) y Defensa, contribuyó a aligerar la factura del Estado. Por el contrario, aumentan las partidas destinadas a comunidades autónomas (un 4,6%) y al pago de los intereses de la deuda (aumentan un 1%).
El pago de los sueldos y salarios de los funcionarios, objeto del plan de recorte del gasto del Gobierno de Rodríguez Zapatero, se redujo un punto porcentual respecto al pasado mes de junio, pero en términos interanuales sigue al alza (sube un 3,1%). «Ahí sí se ve que se está actuando y por eso ya se está notando una reducción del gasto», señala Cantalapiedra.
Para los analistas estos datos son los primeros en todo el año que hacen más factible alcanzar el objetivo de déficit público para 2010 del 5,9% en la Administración central —para el conjunto de las administraciones es del 9,3%—. En todo caso, y a la vista de que ese aumento de la recaudación es más bien temporal, los expertos creen que será el mayor o menor recorte en obras públicas lo que permitirá llegar o no a esa estabilización de las cuentas. Sin olvidar otras reformas —empleo, pensiones, sistema financiero— que relancen la economía.







