La espectacular temporada que está llevando a cabo Rafa Nadal puede culminar no sólo con la obtención del US Open, sino con el tercer triunfo consecutivo en un torneo de «Grand Slam» en sólo tres meses, todos ellos en superficies de juego diferentes. A principios de junio, Nadal se imponía en la tierra batida de Roland Garros ante Robin Soderling. Un mes después, hacía lo mismo en la hierba de Wimbledon ante Tomas Berdych, y hoy puede continuar su increíble concatenación de títulos, con el único grande que le falta en su palmarés, en el cemento de Nueva York.
En caso de ganar en la Arthur Ashe, Nadal podría incluso aspirar a encadenar en enero su cuarto «Grand Slam» seguido, en caso de ganar en la pista rápida de Melbourne. En el Open de Australia de este año aún no estaba en su mejor momento de forma y cayó en cuartos ante Andy Murray, pero, en caso de llevarse la edición 2011 del torneo de la tierra de los canguros, sumaría su cuarto «Grand Slam» consecutivo.
Eso pondría a Nadal casi a la altura de Rod Laver, el único tenista que ha sido capaz de llevarse en un solo año las cuatro grandes competiciones tenísticas. De hecho, el australiano lo consiguió dos veces: en 1962 y en 1969. El tenista «aussie», que da nombre a la pista central del Open de Australia, podría tener un sucesor en las lides de encadenar tantos títulos de postín. No sería en la misma temporada, pero tendría tanto o más mérito, dado lo cargado del calendario actual. Ni siquiera Roger Federer lo ha logrado. El suizo ganó consecutivamente Wimbledon, el US Open y el Open de Australia en dos ocasiones (2005-06 y 2006-07), pero el dominio de Nadal en Roland Garros impidió que en 2006 y 2007 el suizo emulara la hazaña de Rod Laver de ganarlo todo en la misma temporada.