María del Carmen, de 46 años, perdió la vida el martes al quedar reducida a escombros su casa por una «explosión de gas butano» en Yepes, que estaba celebrando el último día de sus fiestas patronales en honor del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz. Milagrosamente, ninguna vivienda colindante resultó afectada por la detonación.
Esta mujer había sido detenida el 31 de agosto por encubrir a su hijo, que cultivaba 500 plantas de marihuana en una vivienda de Ciruelos. A pesar de los comentarios en el pueblo acerca de un posible ajuste de cuentas, el subdelegado del Gobierno en Toledo, Javier Corrochano, señaló que «parece que no hay» una relación entre los dos sucesos, según apunta la investigación de la Guardia Civil, y añadió que «quiero pensar que se trate de una desgraciada casualidad».
El estallido se registró sobre las 21.30 por una explosión de gas, según fuentes oficiales. La vivienda unifamiliar estaba situada en el número 23 de la calle Dulcinea, en la afueras del pueblo. Los vecinos cuentan que un «fuerte temblor» se sintió en toda la localidad, de 4.500 habitantes. María del Carmen, separada y madre de dos hijos, estaba sola en casa, aunque vivía con su hija de 17 años.
La vivienda quedó totalmente destruida por la fortísima detonación acompañada de fuego, que afortunadamente no dañó a ninguna de las viviendas colindantes. Los vecinos fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos y los primeros en buscar a la mujer. El escenario era dantesco. La casa había saltado por los aires y la puerta se había empotrado en la fachada de enfrente.
Los efectos de la explosión provocaron que los bomberos del Consorcio Provincial no hallaran hasta dos horas más tarde el cadáver, que estaba sobre la cama de su dormitorio y sepultado bajo escombros.
Además de los bomberos, al lugar acudieron la Guardia Civil, la Policía Local de Yepes, agrupaciones de Protección Civil de Yepes y de varias localidades, una ambulancia, UVI móvil y un grupo de intervención psicológica para catástrofes y emergencias.
Ayer tan sólo quedaban dos muros de contención y un tejadillo de la vivienda. Todo lo demás eran escombros y objetos personales de la familia esparcidos por el suelo, según informó Europa Press. Agentes de la Policía Local, bomberos y familiares se afanaban en rescatar todo lo poco que quedaba de valor.
A dos manzanas
El alcalde, Antonio Rodríguez, dijo que las causas del suceso todavía se estaban investigando, aunque, según las primeras informaciones, pudo deberse a una «explosión de gas» que provocó un «estruendo espantoso».
La hija de María del Carmen estaba en el pueblo festejando las fiestas y se acercó a la casa cuando supo lo que había pasado. «Acabar las fiestas con una muerte no es la mejor manera», se lamentó el alcalde.
Vecinos que residen a dos manzanas de la calle donde ocurrió la explosión relataron que estaban en su vivienda y sintieron un fortísimo temblor. Fue el caso de Javier, que se disponía a jugar una partida de cartas. Cuando se acercaron a la casa, totalmente destruida, vieron que salían llamas. Rápidamente empezaron a retirar escombros para intentar encontrar supervivientes.