Pregunta: —¿Un Atlético-Barcelona es un problema para un defensa?
Respuesta: —Goles hay siempre, y muchos, los delanteros no paran de marcar. Es un partido precioso, como espectador siempre disfrutaba y ahora tengo muchas ganas de jugarlo. Hay que romper la mala racha en el Calderón y no será nada fácil, están en un buen momento y arriba funcionan muy bien.
—¿Qué tal se acopla a Barcelona?
—La verdad es que de lujo. Llevo un par de meses y es impresionante. Sabía que era un grande, Alves me hablaba maravillas de esto. Salía de Sevilla, con el que gané muchas cosas, pero el Barcelona es otra cosa. Nadie va a ganar lo que ha ganado este equipo en los últimos años.
—Todavía debe estar algo impactado por estar en este equipo...
—Ya me hago a la idea. Estar aquí es muy difícil, llegar a un club como el Barça no es nada fácil, y ya no te digo jugar. Hay que aprovechar y disfrutar. Después de un entrenamiento tenía una llamada del presidente del Sevilla, de José María del Nido. Algo ha pasado, pensé, pues no es normal que un presidente te llame. Me explicó la situación y me dijo que el Barcelona había hecho una propuesta que gustaba al club y que faltaba mi aprobación. Ni me lo pensé, fue facilísimo.
—¿Qué es lo que más le ha impactado del Barcelona?
—El trato humano. Este equipo lo ha ganado todo y son los jugadores más humildes que he visto, simples, cercanos. Tienen unas ganas que asustan. Todos los que están en este vestuario son un ejemplo y hacen que me sienta feliz. Me han recibido muy bien y en el Barcelona, con tanta calidad, te haces bueno por obligación.
—¿Sufrió en su primer rondo con el Barça?
—Jaja. Ya sabía que sería así, la primera semana siempre estaba en medio en el rondo, pero ya poco a poco le cojo el ritmo.
—Aquí es obligatorio llevarse bien con el balón.
—Sí, es la clave. Y noto que mejoro día a día en ese sentido. También eso me motivó a salir del Sevilla. Sabía que ahí no iba a aprender muchas más cosas y era el momento de respirar otros aires. Aquí no dejo de aprender, cada día es una clase con Guardiola como entrenador.
—¿Recuerda su primera charla con el entrenador?
—Sí, fue en su despacho. Fue importante esa toma de contacto.
—¿Qué le dijo?
—Que estaba encantado con mi llegada, que era un placer para él. Yo le di las gracias por confiar en mí y me insistió en que en el Barcelona se trabaja duro, que si no te lo tomas en serio, te vas.
—¿Ha cambiado su estilo desde que viste de azulgrana?
—No demasiado, pero he matizado cosas para acoplarme a este estilo. Hay detalles importantes.
—¿Es tan alegre este equipo como parece?
—Sí, es una fiesta. Es un equipo alegre en los entrenamientos, en los partidos, en el vestuario... Nunca he visto un ambiente así, se tiene una confianza y una seguridad tremenda. He jugado con muchos equipos y he conocido a muchos futbolistas. He vivido momentos buenísimos en el Sevilla, pero el Barça es incomparable.
—¿Qué le hace tan diferente?
—Es una referencia a nivel mundial. Sale todo rodado porque hay ganas. Y es muy raro después de haber ganado tanto. La base de la selección española está aquí y vienen de ganar el Mundial, pero quieren más. El Barça nunca se cansa. Eso contagia a cualquiera y los nuevos se animan con facilidad, la gente aquí es muy obsesiva con el trabajo.
—¿En eso nota mucha diferencia con Sevilla?
—La gente me decía que en Barcelona son muy cerrados, que trabajan mucho. No veo que sean cerrados, claro que no tiene nada que ver con Sevilla porque ahí están más pendientes de la fiesta, de la diversión... Es la cultura catalana y estoy encantado, la ciudad es perfecta. ¡Y no son tan tacaños!
De pequeño tuve una lesión que me obligó a tocar el balón con las dos. No tengo preferencia
—Eso es bueno. De pequeño tuve una lesión que me obligó a tocar el balón con las dos. Y lo curioso es que no tengo preferencia, me da igual la derecha que la izquierda.
—¿Con quién se asocia mejor en el Barcelona?
—Futbolísticamente estoy empezando como quien dice, me voy integrando. En lo personal, me llevo bien con todos, pero hablo más con Dani (Alves) o con Feita, que los conocía de Sevilla. Poco a poco voy conociendo a todos. Ya tengo claro que Piqué es el más bromista, eso sí...
—¿Será otra Liga bipolar?
—Creo que no será Liga de 99 puntos como el año pasado, es muy complicado. Nadie lo había hecho antes y repetirlo es casi imposible. Van a pelear muchos equipos, y Valencia, Atlético de Madrid o Sevilla darán guerra para cambiar la historia. La Liga estará reñida hasta el último partido. Queda mucho.
—¿Alimenta las ganas el hecho de que Mourinho esté en el Madrid?
—Es un entrenador que aprieta mucho a sus futbolistas y les saca lo máximo, pero nosotros no pensamos demasiado en él, al menos hasta que no juguemos contra ellos.
—Será un alivio tener a Messi en el mismo equipo y no como rival...
—Es maravilloso. He jugado contra él y ahora lo disfruto, no vea qué cambio más bueno. Está a un nivel tan alto que nadie puede llegar. Yo lo pasaba mal cuando estaba enfrente, no paraba de correr.






