El futuro Centro de atención y gestión de llamadas de urgencia del teléfono 112 de Barcelona, que se ubicará en el eje de la Sagrera y entrará en funcionamiento en el año 2013, atenderá todas las llamadas de emergencia de la capital catalana y su área metropolitana, lo que supone el 60% de toda Cataluña. El resto de llamadas serán atendidas por el centro del 112 de Reus (Tarragona), inaugurado este pasado verano.

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Imagen del futuro edificio del 112 en Barcelona.
El edificio de la capital catalana, que estará ubicado en la confluencia de las calles Ferran Junoy y Potosí, en el distrito de Sant Andreu, costará 80 millones de euros y tendrá una superficie construida de 40. 000 metros cuadrados. Acogerá a cerca de 1. 000 trabajadores de los distintos cuerpos operativos y organismos que intervienen en la gestión de emergencias de Cataluña: Mossos d'Esquadra, Bomberos de la Generalitat, Sistema de Emergencias Médicas (SEM), Agentes Rurales, Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Red Rescat, Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC), la sala de coordinación de emergencias Cecat y la sala del teléfono de emergencias 112.
En rueda de prensa, el secretario general de Interior, Joan Boada, explicó que en este edificio será un «verdadero centro de emergencias» donde estarán los operativos, que confluirán para ser «verdaderamente integrales» y dar un mejor servicio a la ciudadanía. Para Boada, se trata de la «última pieza» para acabar de tener toda la estructura integral de Protección Civil, tal y como la han diseñado en el departamento, un proyecto que iniciaron hace cuatro años.
En este edificio se instalará la sala conjunta de Coordinación y Emergencias de Barcelona, en el que trabajan la Guardia Urbana de Barcelona, los Bomberos de Barcelona, los Mossos d'Esquadra y el SEM, que gestionará las emergencias de la ciudad. Además, contará con una pista de aterrizaje para helicópteros, un aparcamiento para 230 vehículos y 300 posiciones para operadores de sala de los distintos cuerpos operativos. El centro dispondrá de medidas de máximo nivel de seguridad para proteger la operatividad y, de hecho, tendrá una autonomía de tres días en los que podrá operar sin recibir suministro energético. Además, el complejo está rodeado por un barrera con cámaras y sensores de movimiento.