EFE
El keniano Ngugi wa Thiong'o
Todos aquellos apasionados por el juego, que suelen apostar por el ganador en las carreras de caballos, en el boxeo o en los partidos de fútbol, han encontrado un nuevo paraíso en los Premios Nobel, cuya proclamación será, hoy, uno de los momentos más emocionantes del año. Ladbrokers, la casa de apuestas británica, hace unos días nos ofrecía como cabezas de lista a los clásicos que han permanecido durante décadas en la «nevera Nobel», como el sueco Tomas Tranströmer y el poeta sirio Adonis, pero ayer nos sorprendía con Ngugi wa Thiong'o, un keniano (a quien nadie conoce) como ganador. Si la ruleta Nobel premiara a ese autor solo se conseguiría tres veces lo apostado.
El universo del sueco Tomas Tranströmer, hasta ahora favorito, ha descendido varios puestos mientras el americano Cormac McCarthy, que daba anteriormente 75 veces el dinero, lo hacía ayer 3,73 veces y estaba entre los tres primeros. Un ascenso sospechoso si se recuerda que Jean-Marie Gustave Le Clézio, Nobel de 2008, permaneció a la cola los días precedentes a la proclamación y subió al primer puesto la misma mañana en que se anunció el ganador. Como nadie se explicaba ese ascenso, surgió la duda del «soplo» y Ladbrokers tuvo que cerrar el negocio.
Unibet, con sede en Malta, calificado como el mejor operador de Europa, también ha colocado al keniano a la cabeza de su lista seguido del paraguayo Nestor Amarilla y de Cormac McCarthy. Entre los autores de lengua española, el más votado es el nicaragüense Ernesto Cardenal con los españoles Luis Goytisolo, Juan Marsé y Javier Marías. El mexicano Carlos Fuentes y el hispano-peruano Mario Vargas Llosa, también aparecen con «odds» o probabilidades de conseguir entre 20 y 40 veces el dinero apostado. Al margen de las apuestas, Amos Oz se ha paseado últimamente por Estocolmo, por lo que puede haberse ganado las simpatías de la Academia. También Salman Rushdie podría ser una guiño de la Academia a la defensa de la libertad de expresión.
