El programa de conservación del cocodrilo del Orinoco, un proyecto de la asociación española Chelonia, busca preservar estos animales que se encuentra en peligro de extinción desde 1984. Cuenta con un presupuesto de setenta y siete mil euros, financiados por la Fundación Biodiversidad (dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino) y la fundación francesa de Fondos para la Biodiversidad.
El coordinador de Chelonia, Manuel Merchán, ha explicado que el cocodrilo del Orinoco es el único que se circunscribe a una única área hidrológica y que sólo hay mil ejemplares en los llanos colombianos.
Los investigadores trabajan en los municipios del Meta, Arauca y Casanare, donde realizan un diagnóstico de la situación de la especie y esperan identificar poblaciones específicas para conseguir que las declaren zonas protegidas para evitar la extinción. En Venezuela, en cambio, existen tres sitios delimitados para estos saurios.
Parte del proyecto también implica la sensibilización de los pobladores cercanos a las zonas donde hay cocodrilos. «Es difícil querer tener a un animal de 4 metros cerca de tu casa, pero los pescadores van entendiendo la importancia de la biodiversidad» concluye Merchán.