Freno definitivo a la recalificación del Miniestadi. El FC Barcelona informó anoche de que ha presentado ante la Generalitat un documento en el que solicita la «suspensión de la tramitación que está en marcha» para urbanizar los terrenos donde se asienta el Miniestadi, aspiración que perseguí la junta saliente, presida por Joan Laporta, y que se plasmó en un acuerdo con el Ayuntamiento de la capital catalana.
I. BAUCELLS
El Barça no ve rentable la operación de recalificación.
Así lo explicó el directivo responsable del área patrimonial, Jordi Monés, quien aseguró que los beneficios por la venta de terrenos y las cargas que suponían este proyecto, en el marco de una crisis inmobiliaria, generaban un beneficio ridículo para el club. El impulso de este proyecto, a partir del cual el Barça pretendía urbanizar los terrenos donde se asienta el Miniestadi, perseguía la captación de una importante fuente de ingresos que permitiese la remodelación total del estadio barcelonista, proyecto que en su día ganó el inglés Norman Foster; ahora mismo todo está parado.
Moix explicó que el Barcelona se ahorra 30 millones de euros en el caso de que no se hubiese frenado esta tramitación, pues ésta era la cantidad que debía abonar como depósito. La decisión de poder punto y final al proyecto que en su día impulsó la junta de Laporta es por un «compromiso electoral», el cual defendió el equipo de Sandro Rosell en las pasadas elecciones a la presidencia del Barcelona, y porque el que se comprometía a no vender patrimonio.






