ABC
Tres lustros de carrera dan mucho de sí. Tanto como para haber rodado más de 30 películas desde su debut en 1995 con un pequeño papel en «Luna».
Este viernes, Eduardo Noriega estrena «Agnosia», su trabajo número 32 en el cine y su segundo estreno del 2010 junto a «El mal ajeno». El actor cántabro habla para la revista «Pantalla Semanal» sobre su último trabajo, un sueño de película de la mano del director novel Eugenio Mira.
«Cuando leí el guión tenía claro que, dependiendo de quién la dirigiera, quedaría genial o una cosa a medias. Y me encontré con un loco del cine al que le va la vida en cada plano, una mezcla entre Amenábar y Guillermo del Toro», confiesa el actor.
Señala, además, que por primera vez en su carrera ha trabajado con un equipo al que superaba en edad. Hasta en eso se nota que Eduardo Noriega ha crecido y se ha hecho mayor.
Eduardo Noriega asegura que va a los estrenos de sus películas pero «ni me entero, ni las aprecio. Luego vuelvo a verlas».
Para 2011 ya tiene, como mínimo, otros dos trabajos que le han llevado a tres países distintos. El primero es «Gigola», una producción francesa en la que también participan Rossy de Palma y Marisa Paredes. Cuenta la historia de una joven que, tras enamorarse de una mujer mayor que ella, se embarca en un viaje por la noche parisina para acbar siendo una prostituta.
Este título está en las antípodas de «Blackthorn», la nueva y esperada película del realizador, guionista y amigo personal de Noriega Mateo Gil. La cinta, rodada en Bolivia, narra la historia de unos de los forajidos más famosos del Oeste americano y está protagonizada por el propio Noriega y Sam Shepard.
Asegura que uno de sus sueños es rodar con Almodóvar. «Estuve a punto de aparecer en 'Carne Trémula' y 'La mala educación' pero en ese momento estaba pendiente del rodaje de 'Abre los ojos' de Amenábar y al final la cosa no cuajó. No le voy a pedir un papel a Almodóvar pero sé que al final trabajaremos juntos».
