Un centenar de padres de las seis escuelas municipales infantiles se manifestó ayer frente al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en demanda de una mejora en el servicio, que consideran ha caído en el abandono por parte de los responsables municipales. «No queremos que vuelva a pasar lo que ha pasado», señaló la portavoz del grupo de padres, Yoana García, en referencia a las denuncias del comité de empresa de los trabajadores respecto a la falta de agua y de alimentos como fruta y yogures, de la que dieron cuenta en su día.
Todavía a la espera de una reunión con algún representante político del grupo municipal socialista, el grupo de padres se movilizó desde la Escuela Infantil Los Pitufos, en el barrio de El Polvorín, en dirección al centro de la ciudad, y luego por las calles Bravo Murillo y León y Castillo hasta llegar a las Oficinas Municipales.
El servicio era gestionado hasta hace seis meses de forma directa por el Ayuntamiento, que más tarde cedió la gestión a la empresa Ralons Servicios. García explicó que el rescate de la gestión pública sería «la más oportuna», sin bien indicó como alternativa que se haga seguimiento a la empresa concesionaria con el objeto de «velar por la seguridad de nuestros hijos», según recoge Acn.
«Queremos tener servicios de calidad», enfatizó, lo que a su juicio no está ocurriendo en estos momentos. «Hay una clase con 16 bebés menores de un año que cuentan con una única educadora», se lamentó. Además aseguró que en las escuelas «se vive un ambiente de tensión» a raíz del despido de una parte del personal.
En este sentido, García criticó el despido del comité de empresa de las escuelas infantiles, gracias a los cuales «se conoce ahora más a fondo la situación» que se vive en los 16 centros dependientes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, dijo. Este despido se produjo tras presentar ante el registro municipal un informe donde detallaban distintas «carencias», que Ralons Servicios negó.
Otra de las madres incidió en que el principal motivo de la protesta es que «ha bajado muchísimo la calidad» en las guarderías desde que salió a concurso. Incidieron en que la empresa adjudicataria «no tiene competencia en educación» y ha despedido a «muchos trabajadores, entre ellos, miembros del comité de empresa por denunciar una situación que es real». Así, enumeran el número de educadoras por clase, la «presión» ejercida sobre éstas y la presencia de cámaras de seguridad activas durante el horario lectivo.
Otra manifestación
En este sentido, los padres reivindican que el Ayuntamiento capitalino «se haga responsable de este error que ha cometido», con el cambio en la gestión de las guarderías. Por otro lado, los padres informaron de que el próximo martes se volverán a manifestar a las cinco de la tarde, pero esta vez en la plaza de Santa Ana, frente a las Casas Consistoriales donde tiene su despacho el alcalde socialista, Jerónimo Saavedra.
