D. G.
Louro, segundo por la derecha, en la reunión.
Tres reuniones mantuvo la Xunta, en concreto el conselleiro de Economía, Javier Guerra , con los directivos y trabajadores de Vulcano una vez éste lanzo un S.O.S de respuesta inmediata por parte del Gobierno autonómico, no igual que la Administración central que no ofreció garantías financieras hasta el pasado jueves, cuando Pymar daba su visto bueno a avalar los 4,3 millones de euros que necesitaba la factoría viguesa para la construcción del buque sísmico 533, gracias principalmente a la aportación de la Consellería de Industria con 16,7 millones de euros, del total de 21 millones que la empresa necesitaba para mantenerse a flote.
Varias semanas de angustia vivió el personal de la firma naval que se veían abocados al cierre, ante la falta de apoyo por parte del departamento estatal homólogo, a pesar de las múltiples iniciativas para que éste tomará parte de forma «inmediata y urgente», no pudiendo dar respaldo a los pedidos que mantenía en cartera y que garantizan su productividad durante los próximos meses a la espera de nuevos proyectos.
Así, la férrea oposición social y política obligaba a la Administración central a recular y la comisión ejecutiva de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión, sociedad controlada por el Ministerio de Industria, anunciaba, por decisión unánime, que avalaría finalmente al astillero vigués.
Y más vale tarde que nunca. Ayer era el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, el que se reunía con el comité de empresa de Factorías Vulcano coincidiendo con su vuelta a la producción tras el sí de Pymar, al que trasladó la «firme decisión del Ejecutivo central para garantizar el futuro del sector naval». «Nuestro objetivo es que Vulcano tenga un horizonte de futuro claro». Por su parte, Antonio Fernández, presidente del comité de empresa de la factoría explicó a los medios que los operarios del astillero de Teis ya «empezaron a trabajar» y que los empleados de las auxiliares «ya entraron para ir preparando herramientas». «Esperamos que esto sea el inicio de una forma fuerte, porque lo que vamos a hacer es sacar adelante el barco», apuntó, al tiempo que expuso que «no puede ser que tras preparar a tanta gente para trabajar en barcos complicados como los sísmicos, que ahora tiremos todo por la borda».
Solución
La «solución técnico-jurídica» alcanzada por Pymar, que ponía trabas legales al aval, pasa por que la financiación se haga en dos tramos: uno de 16,7 millones de euros inicial, con la aportación de la Xunta, y otro final de 4,3 millones, con el aval de Pymar. En esta dirección, Guerra aseguraba, en un comunicado posterior al desbloqueo de la crisis tras semanas de tira y afloja, que activará de inmediato los mecanismos financieros para avalar con casi 17 millones de euros la operación.
El conselleiro no ocultó su satisfacción por el acuerdo, después de un proceso de negociación «liderado por la Xunta con el objetivo último de mantener los puestos de trabajo», si bien destacó que el tiempo perdido por los cambios de posicionamiento de Pymar para cerrar la operación de financiación no computará para el plazo de entrega del buque al armador.






