Bruselas está llena de paradojas ya que, por ejemplo, el Consejo de Ministros de Economía de la Unión Europea, el Ecofin, que se reúne hoy en Bruselas tiene en la agenda la aprobación final de la creación a partir de enero de las nuevas autoridades de supervisión financiera. La paradoja consiste en que el lunes por la noche fracasó la negociación para el nuevo Presupuesto de la Unión Europea en 2011 con lo que se prorroga el de 2010, en el que no había fondos para estos nuevos reguladores de manera que no se podrán poner en marcha.
Así quedarán por tanto en papel mojado, de momento, la creación del Comité Europeo de Riesgo Sistémico (CERS) y las tres nuevas autoridades reguladoras del sector bancario, de seguros y de valores inmobiliarios.
Al margen de este detalle «surrealista» los ministros estarán muy atentos a la reacción de los mercados bursátiles y de deuda a la decisión tomada anoche por el Eurogrupo para enviar una misión tripartita (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) a Dublín para que negocie «en días» los detalles del rescate del sector bancario irlandés, después de haber obtenido el acuerdo del Gobierno de ese país que finalmente ha dado su brazo a torcer y ha cedido. Los mercados bursátiles europeos cerraron la sesión de ayer con fuertes bajadas ante las dudas sobre la capacidad de Irlanda para sostener su sector financiero, ahogado en las pérdidas como consecuencia de la sobreexposición a la explosión de la burbuja del sector inmobiliario, y por el posible efecto contagio en las economías más débiles del Viejo Continente.







