«Tienes que tener la mentalidad de un guerrero. Marcar tu territorio e infringir dolor en ocasiones a tus rivales. Sólo así podrás aspirar al MVP». Phil Jackson tiene claro el camino que Pau Gasol tiene que seguir para convertirse en una leyenda. Antes de marcharse de vacaciones, el «Maestro Zen» ya le advirtió de sus nuevas responsabilidades en el equipo, algo que pesó de manera decisiva en el no del español a la selección.
AFP
Pau Gasol
Un descanso que le ha venido bien al «guerrero», cuya versión en este inicio de temporada está siendo la mejor desde que llegó a la NBA hace nueve temporadas. Durante el verano, Pau Gasol se ha dado dos vueltas al mundo entre vacaciones y compromisos profesionales. Casi 70.000 kilómetros de un lado a otro del planeta. Un periplo que el español ha aprovechado para trabajar como nunca antes lo había hecho durante los meses estivales y que quedó reflejado, por ejemplo, durante el Mundial. Allí, no era extraño ver a Gasol calzarse las zapatillas y machacarse durante horas en la cancha junto a sus hombres de confianza. Sesiones extra de tiro y de recuperación física que se repitieron en cada uno de los destinos visitados por el catalán. De Los Ángeles a Barcelona, pasando por Sudáfrica, la India, Etiopía, China o Turquía.
Su regreso a Hollywood ha sido mejor de lo que, incluso, Phil Jackson esperaba y así lo demuestran los números. Al cierre de esta edición, Gasol lidera el ranking de jugadores más eficientes de la liga, por delante de hombres como Carmelo Antonhy o LeBron James, es el que más dobles-dobles acumula —9 en 12 partidos—, y ha logrado el cuarto triple-doble de su carrera (20 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias, ante Portland). Además, es tercero en la lista de reboteadores, el duodécimo en la de máximos anotadores y su porcentaje de tiro está cercano al 55%, el más alto de su carrera, lo que ha provocado que las voces a favor de incluirle entre los aspirantes al MVP se alcen con fuerza.
Y es que Gasol ya no es aquel chaval imberbe que aterrizó en Memphis, al que Garnett trataba de intimidar a base de kilos y malas formas. Tampoco se parece al jugador que llegó a Los Ángeles en busca de un sueño con forma de anillo. No. Éste es un Gasol sin límites, con más horas de trabajo detrás y con el reto de convertirse en leyenda. El Gasol más grande.
